viernes, 29 de septiembre de 2023

AMF SEMFYC. Revisando el "Abordaje no farmacológico del dolor persistente"

 https://www.amf-semfyc.com/

El dolor crónico o dolor persistente (DP) se define como aquel que se prolonga 3 meses o más. Creemos que el cambio de nomenclatura de crónico a persistente es importante por la diferencia de significado, ya que indica que es un dolor que persiste más allá del tiempo esperado, no un dolor «para siempre». Su incidencia se sitúa entre un 11 y 17%, y supone la segunda causa de consulta en Atención Primaria (AP), con más de un 50% de las consultas relacionadas1.

La nueva clasificación de enfermedades CIE-11 y la IASP diferencian dos entidades2:

  • Dolor primario (tabla 1): aquel dolor en el que no se encuentra, en los tejidos, una causa subyacente que lo explique. También se denomina dolor nociplástico. El mecanismo fisiopatológico del dolor primario o nociplástico no se conoce en profundidad, pero está detrás de los diagnósticos de dolor persistente más frecuentes en AP3.
  • Dolor secundario: causado por una afección subyacente conocida (dolor nociceptivo o neuropático). En ocasiones, los tejidos se recuperan y ya no hay lesión activa (necrosis, inflamación, infección, neoplasia, isquemia), pero el dolor puede persistir. En estos casos se considera que va perdiendo relación con lo que ocurrió en los tejidos, y ese dolor secundario persistente adquiere las características del dolor nociplástico (figura 1).
  • Se pueden encontrar pacientes con dolor mixto (cuando se juntan causas de dolor secundario y nociplástico), por ejemplo en un paciente con artritis reumatoide no controlada con el tratamiento que, además, padece fibromialgia. Supone mayor complejidad en el abordaje clínico.








































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