miércoles, 17 de mayo de 2023

Hilo de L Corral-Gudino (tutorCyllo) sobre Oxigenoterapia.

Es una práctica habitual poner Oxígenoterapia en nuestros pacientes hasta conseguir una saturación de oxígeno "buena". Sin embargo, el oxígeno suplementario no es inocuo y siempre hay que considerar a quién y cuánto ponemos. Lo repasamos en 10 tweets.













En algunas patologías el dintel máximo recomendado de oxígeno es incluso más bajo que el 96%, ya que se ha demostrado que poner oxígeno sin más a pacientes con ictus o miocardio, sin hipoxemia demostrada aumenta su mortalidad. pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29726345/












Un caso más evidente aún son los pacientes con riesgo de hipoventilación. Ahí si que los objetivos de la oxigenoterapia están por debajo incluso de los que consideraríamos "normal".













Y entonces ¿a qué pacientes agudos les precribimos oxígeno? Pues en la mayoría de los que tienen una saturación basal inferior al 93% Con las excepciones señaladas en la imagen donde el objetivo es más alto.









Y con mucho ojo en los pacientes con riesgo de hipoventilación y retención de carbónico.











¿Y qué objetivo de O2 nos fijamos con este tratamiento? Pues de nuevo depende del escenario. Alcanzar entre 90 y 94% en la mayoría.








Y "conformarnos" con saturaciones más bajas en los pacientes en riesgo de hipercapnia.








¿Y qué dispositivos tenemos para lograrlo? Pues los más frecuentes en plantas convencionales son las gafas nasales, las mascarillas con efecto venturi o con reservorio. En la imagen mira el flujo máximo que puedes utilizar en cada y la FiO2 que puedes alcanzar.








































Poner unas gafas nasales a 10 litros es un derroche y no tiene sentido. Las siguientes herramientas, ya en áreas de intensivos o unidades especiales, serían la Ventilación no invasiva, el alto flujo, la invasiva o la circulación extracorpórea.








































La oxigenoterapia es un tratamiento más y se debe prescribir con la misma rigurosidad que prescribimos el resto. Un mal uso de esta indicación va en contra de la salud de nuestro paciente. Puedes ver más datos en el siguiente documento de BMJ bmj.com/content/363/bm

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