Entre 1990 y 2019, la incidencia mundial de la hipertensión aumentó al doble. Dados los conocidos y graves problemas de salud asociados a la hipertensión arterial, varias organizaciones han adoptado recientemente objetivos más agresivos. Esas guías actualizadas, junto con los recientes hallazgos clave relacionados con el cumplimiento del tratamiento por los pacientes que viven con hipertensión, dio lugar a la Tendencia clínica de esta semana.
Recientemente, la American Academy of Family Physicians (AAFP) y la American Diabetes Association (ADA) actualizaron sus objetivos de presión arterial para determinados pacientes (ver infografía).
Las nuevas guías de práctica clínica de la American Academy of Family Physicians se basaron en una revisión de ensayos aleatorizados controlados que demostraron que un objetivo de < 140/90 mm Hg tenía beneficios en lo que respecta a la mortalidad por causas cardiovasculares y por todas las causas. Se observó un pequeño beneficio adicional en la reducción del infarto de miocardio con objetivos de < 135/85 mm Hg. Las nuevas guías también incluyen la recomendación de estandarizar las mediciones utilizando un manguito del tamaño adecuado en un brazo descubierto a la altura del corazón, con los pies del paciente en el suelo. La organización señala que la variabilidad de las lecturas puede reducirse aún más tomando las mediciones tras al menos 5 minutos de reposo y 30 minutos sin haber ingerido cafeína.
También la International Society of Hypertension recomienda un objetivo de presión arterial "esencial" de < 140/90 mm Hg para la mayoría de las personas, con una presión arterial "óptima" de < 130/80 mm Hg. Esta organización también recomienda una presión arterial de < 130/80 mm Hg para los pacientes con enfermedad cardiovascular ateroesclerótica confirmada. La guía de 2021 de la American Heart Association (AHA) y la American Stroke Association (ASA) recomienda un objetivo de presión arterial de < 130/80 mm Hg para la prevención del ictus recurrente.
Asimismo, la American Diabetes Association (ADA) adoptó recientemente objetivos de presión arterial más agresivos. El nuevo objetivo es < 130/80 mm Hg, junto con un objetivo de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) de < 70 mg/dl o ≤ 55 mg/dl, dependiendo del riesgo cardiovascular del paciente. El Dr. José Gotés Palazuelos, endocrinólogo y miembro del comité editorial de Medscape en español también recalca otros cambios, como un enfoque sobre la pérdida de peso para los pacientes que viven con diabetes de tipo 2, orientación para la detección y la evaluación de la arteriopatía periférica, uso de finerenona en aquellos con diabetes y nefropatía crónica, utilización de dispositivos de resultado inmediato de hemoglobina glucosilada y orientación sobre la detección de la inseguridad alimentaria.
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