viernes, 25 de noviembre de 2022

(BMC) Implementación de intervenciones no farmacológicas para el tratamiento de la hipertensión en atención primaria: una revisión narrativa de efectividad, costo-efectividad, barreras y facilitadores.

https://bmcprimcare.biomedcentral.com

Las guías actuales para la prevención, detección, evaluación y manejo de la hipertensión recomiendan seis tipos de intervenciones no farmacológicas: reducción del consumo de alcohol, reducción del consumo de sal, aumento del consumo de potasio, actividad física, pérdida de peso y dietas saludables para el corazón. Sin embargo, las intervenciones no farmacológicas aún no son muy utilizadas en atención primaria. En este artículo, por lo tanto, revisamos y resumimos la evidencia sobre la efectividad, la rentabilidad, las barreras y los facilitadores de las intervenciones no farmacológicas para el tratamiento de la hipertensión en la atención primaria.

Métodos

Se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva en las bases de datos de Embase, Google Scholar y PubMed para identificar las revisiones más recientes o, en su defecto, estudios primarios sobre reducción de alcohol, reducción de consumo de sal, suplementos de potasio, actividad física, reducción de peso, cardiosaludables. dietéticas y otras intervenciones no farmacológicas para el tratamiento de la hipertensión arterial en atención primaria.

Resultados

La reducción del alcohol es una intervención no farmacológica para el tratamiento de la hipertensión arterial en atención primaria con eficacia, viabilidad y aceptabilidad comprobadas. Las intervenciones para la reducción de la ingesta de sodio, la actividad física y la reducción de peso son efectivas, pero no hay pruebas suficientes con respecto a su viabilidad y aceptabilidad en los entornos de atención primaria. La evidencia sobre la efectividad de la ingesta de potasio y las dietas saludables para el corazón es limitada e inconsistente. Hay una falta de evidencia sobre la rentabilidad de las intervenciones no farmacológicas en el tratamiento de la hipertensión. Las barreras más comunes para brindar tales intervenciones relacionadas con los proveedores de atención médica incluyen la falta de tiempo, conocimiento, confianza en sí mismo, recursos, pautas claras e incentivos financieros. Las barreras más comunes relacionadas con los pacientes incluyen la falta de motivación y recursos educativos. Hay menos evidencia disponible sobre los facilitadores de la implementación de intervenciones no farmacológicas en la atención primaria. Además, los facilitadores se diferenciaron por los diferentes tipos de intervenciones.

Conclusiones

La evidencia disponible sugiere que se requieren intervenciones más pragmáticas, clínicamente factibles y logísticamente simples para la reducción de la ingesta de sodio, la actividad física y la reducción de peso en los entornos de atención primaria. Los estudios futuros deberían proporcionar más evidencia sobre la efectividad del control de peso, la ingesta de potasio y las dietas saludables para el corazón. También se necesita más investigación sobre la rentabilidad y los facilitadores de todos los tipos de intervenciones no farmacológicas eficaces para el tratamiento de la hipertensión en la atención primaria.

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