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En la adolescencia, los antidepresivos son opciones de tratamiento de segunda línea después de la terapia psicológica para la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo. Pueden ser opciones de primera o segunda línea para casos graves de trastorno depresivo mayor.
La respuesta al tratamiento antidepresivo es generalmente buena para la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo, pero es menos convincente para el trastorno depresivo mayor. Los adolescentes que no responden a una prueba adecuada de un antidepresivo deben ser derivados para una opinión psiquiátrica.
Conclusión
Los antidepresivos son un tratamiento eficaz de segunda línea para los adolescentes con ansiedad o trastorno obsesivo compulsivo que no han respondido a la terapia psicológica o no se han comprometido con ella. Los antidepresivos también tienen un papel de primera o segunda línea en el tratamiento de adolescentes con trastorno depresivo mayor de moderado a grave.
Los adolescentes tratados con antidepresivos deben ser monitoreados por la aparición de efectos adversos raros pero graves, como conductas relacionadas con el suicidio, cambio a manía y síndrome serotoninérgico. Si es eficaz y se tolera bien, el fármaco antidepresivo debe continuarse durante 12 meses para el trastorno depresivo mayor e indefinidamente para la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo.
Los pacientes deben ser monitoreados por efectos adversos raros pero graves. Estos incluyen comportamientos relacionados con el suicidio, el cambio a la manía y el síndrome de la serotonina.
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