(Prescrire) Revisión. Alergia al cacahuete.

Es más seguro evitar este alimento y adiestrar al paciente al manejo de la Adrenalina que la Desensibilización oral. 

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La alergia al cacahuet es muy común y afecta a alrededor del 2% de los niños en Europa. A menudo comienza a la edad de 1 a 2 años y generalmente persiste hasta la edad adulta. La ingestión de cacahuete desencadena una variedad de reacciones en estos pacientes, y una pequeña cantidad puede ser suficiente. Estas reacciones, algunas de las cuales pueden ser fatales, incluyen urticaria, dificultad para respirar, trastornos gastrointestinales, ENT y cardiovasculares, y reacciones alérgicas graves. El pilar de la prevención de las reacciones alérgicas es evitar comer cualquier cosa que contenga cacahute. La adherencia a esta dieta es muy difícil, porque pequeñas cantidades de cacahuete están presentes en tantos alimentos que los pacientes pueden estar expuestos sin darse cuenta. A veces se propone la desensibilización oral, en la que se administran dosis crecientes de una preparación de proteína de cacahuete durante un período de varios meses. Sin embargo, el 21 % de los pacientes que se someten a desensibilización experimentan reacciones alérgicas, incluidas reacciones graves, frente al 7 % de los pacientes que no han sido desensibilizados. Dos ensayos clínicos, realizados en el hospital, evaluaron la eficacia de la desensibilización oral con un producto a base de proteína de cacahuete(Palforzia°) en niños de 4 años a 17 años. Este producto tiene un balance daño-beneficio desfavorable, como todos los demás tratamientos de desensibilización con cacahuate utilizados hasta la fecha. Aunque reduce la incidencia y la intensidad de las reacciones alérgicas al cacahuete en las pruebas hospitalarias, aumenta la incidencia de las reacciones alérgicas en la vida cotidiana, incluidas las que requieren la administración de adrenalina. En la práctica, es mejor evitar la desensibilización oral con cacahuete. Es más seguro para los pacientes y sus cuidadores concentrarse en seguir una dieta que evite los cacahuates y en aprender a usar los inyectores de adrenalina correctamente.