La SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL DOLOR es el capítulo español de la IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor) en España. La IASP trabaja para apoyar la investigación, educación y tratamiento clínico de todos los tipos de dolor con el objetivo de paliar el dolor a nivel global y representa a profesionales de la salud y científicos de 134 países, entre los cuáles se encuentra España representada por la Sociedad Española del Dolor (SED).
La SED forma parte activa de la Federación Europea del Dolor (EFIC). La EFIC representa los capítulos de la IASP en Europa y trabaja en estrecha colaboración con ella para representar a la comunidad del dolor y desarrollar proyectos juntos.
La IASP emitió un posicionamiento oficial en marzo del 2021 declarando que, debido a la falta de evidencia de investigaciones de alta calidad, no respaldaba el uso general de cannabinoides para tratar el dolor. La IASP, también declaró entonces, que no deseaba descartar las experiencias vividas por personas con dolor que se han beneficiado del uso de cannabinoides1.
Consecuentemente, este posicionamiento no significaba cerrar la puerta definitivamente al cannabis medicinal (CM) para el tratamiento del dolor, sino más bien, la demanda de más estudios de alta calidad para dilucidar los beneficios y daños del uso terapéutico del cannabis y de los medicamentos a base de cannabinoides para el tratamiento del dolor.
La EFIC señala la dificultad de conseguir esta evidencia clínica debido a la existencia de barreras significativas en relación con la variabilidad que aporta el CM, que impiden la realización de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) tradicionales (que generalmente se basan en la dosificación precisa de una sola molécula).
Propone utilizar como sistema de graduación de la calidad de la evidencia y de la fuerza de las recomendaciones el modelo GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation), ya que permite incluir en las guías estudios observacionales.
Por consiguiente, la EFIC aboga por que las futuras recomendaciones prácticas sobre posibles indicaciones, contraindicaciones y evaluación de los daños del CM no sólo se basen en ECA`s, sino también en grandes cohortes prospectivas de pacientes a gran escala, cuidadosamente seguidas y bien documentadas, preferiblemente en forma de guías interdisciplinarias basadas en la evidencia e incluyendo representantes de pacientes2.
Por consiguiente, la EFIC ha recomendado considerar el CM como una terapia de tercera línea para los síndromes de dolor neuropático crónico, mientras que, para todas las demás condiciones de dolor crónico, el uso del CM debe ser considerado como un ensayo terapéutico individual si todos los tratamientos establecidos han fallado y en el contexto de una evaluación multidisciplinaria3.
La Sociedad Española del Dolor (SED) tiene entre sus objetivos sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad que es el dolor crónico, y fomentar la mejora constante en la valoración y la terapia de los pacientes que sufren dolor.
Por ello, modifica su posicionamiento anterior de octubre 20214, y lo actualiza con las recomendaciones de la EFIC.
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