COVID-19 ha provocado más de 120 millones de casos y 2,6 millones de muertes hasta la fecha. Los síntomas respiratorios y gastrointestinales se acompañan de síntomas neuropsiquiátricos (NP) a corto y largo plazo y secuelas cerebrales a largo plazo. Algunos pacientes presentan anosmia, déficits cognitivos y de atención (es decir, niebla mental), ansiedad de nueva aparición, depresión, psicosis, convulsiones e incluso comportamiento suicida.1,2 Estos se presentan antes, durante y después de los síntomas respiratorios y no están relacionados con insuficiencia respiratoria 1, lo que sugiere daño cerebral independiente. Los seguimientos realizados en Alemania y el Reino Unido encontraron NP post-COVID-19 en 20% a 70% de los pacientes, incluso en adultos jóvenes, y que duraron meses después de que se resolvieron los síntomas respiratorios, lo que sugiere que persiste la afectación cerebral.
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