Falta información sobre el impacto de las exacerbaciones en la progresión de la EPOC o si el uso de corticoides inhalados (CI) o el recuento de eosinófilos en sangre (RES) afectan a la progresión. El objetivo fue evaluar esto en un estudio observacional prospectivo.
Se incluyeron pacientes con EPOC leve a moderada, ≥35 años, con antecedentes de tabaquismo, a los que se les hizo seguimiento durante ≥3 años desde el primer registro de espirometría hasta el último registro utilizando dos grandes bases de datos de registros médicos electrónicos del Reino Unido: Clinical Practice Research Datalink (CPRD) y Optimum Patient Care Research Database (OPCRD). Se utilizaron modelos de regresión lineal de efectos mixtos multinivel para determinar la relación entre la tasa de exacerbación anual después del inicio de la terapia (CI vs no CI) y disminución del FEV1. La modificación del efecto por los eosinófilos sanguíneos se estudió mediante términos de interacción.De los 1.2178 pacientes incluidos (edad media 66 años; 48% mujeres), 8.981 (74%) recibieron CI. En pacientes con RES ≥350 células/µl que no recibieron CI, cada exacerbación se asoció con una aceleración posterior de la disminución del FEV1 de 19,4 ml/año (IC 95% 12,0-26,7; p<0,0001). Este declive se redujo en 15,1 ml/año (6,6-23,6) a 4,3 ml/año (1,9-6,7; p<0,0001) en aquellos con RES ≥350 células/µL tratados con CI.
Se concluye que las exacerbaciones se asocian con una pérdida más rápida de la función pulmonar en pacientes con EPOC con niveles elevados de eosinófilos en sangre, definido como ≥350 células / µL, no tratados con CI. Una prevención más agresiva de las exacerbaciones mediante el tratamiento con CI en estos pacientes puede prevenir la pérdida excesiva de la función pulmonar.
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