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La artrosis es una enfermedad degenerativa considerada como la principal causa de discapacidad en el mundo, afectando principalmente a la cadera, manos, rodillas y columna vertebral. Los SYSADOA (Symptomatic Slow Acting Drugsfor Osteoarthritis) orales son fármacos de acción lenta cuyo efecto clínico se produce varias semanas después de iniciar el tratamiento y se mantiene temporalmente después de retirarlos. Este estudio revisa la evidencia reciente disponible sobre la eficacia del empleo de los SYSADOA en artrosis.
La artrosis es una enfermedad degenerativa considerada como la principal causa de discapacidad en el mundo, afectando principalmente a la cadera, manos, rodillas y columna vertebral. La clínica cursa con dolor, sensibilidad, rigidez, crepitación de la articulación afectada, derrame ocasional y grados variables de inflamación local. En los últimos años se ha incrementado el empleo de los fármacos de acción lenta o también llamados SYSADOA (symptomatic slow action drugs for osteoarthritis), cuyo efecto clínico se produce varias semanas después de iniciar el tratamiento y se mantiene temporalmente después de retirarlos.
Los SYSADOA orales financiados por el Sistema Nacional de Salud son sulfato de glucosamina, condroitin sulfato y diacereína. Este grupo de medicamentos ha demostrado capacidad para frenar la pérdida de volumen de cartílago articular, reducen el dolor y la rigidez e incrementan la capacidad funcional. Por ello, constituyen una interesante elección más adaptada a la etiología de la enfermedad y al tipo de paciente al que estos tratamientos están destinados.
Diversos estudios muestran el potencial de los SYSADOA para reducir el dolor, la rigidez y retrasar la enfermedad y la cirugía, necesitando una menor dependencia de los recursos sanitarios. Sin embargo, la evidencia disponible aun no es unánime. Los ensayos clínicos que evaluaron a este grupo terapéutico obtuvieron resultados contrapuestos, que suscitan dudas y controversia respecto a estos grupos de tratamiento.
Para este estudio se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en Pubmed de la literatura publicada en relación a la evidencia del manejo de artrosis con SYSADOA.
Fueron seleccionados los estudios que cumplieron los siguientes criterios: publicados en los últimos 20 años, estudios aleatorizados, con la descripción del método empleado para generar la secuencia de asignación, definidos como doble ciego, que investigaron glucosamina, condroitin sulfato o combinación de ambos, con documentación de las pérdidas de seguimientos o abandonos y con una duración mínima de los ensayos de 6 meses al tratarse de fármacos moduladores de acción lenta. También se revisaron guías médicas internacionales, estudios epidemiológicos y fichas técnicas de medicamentos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.
Finalmente fueron seleccionados 8 trabajos que en conjunto, incluyeron 2.682 pacientes. De estos 8 artículos seleccionados sólo 1 utilizó como tratamiento glucosamina, 6 artículos utilizaron condroitín sulfato y un estudio utilizó ambos SYSADOA.
Considerando la cronicidad de esta patología, cobra interés la eficacia y seguridad de los SYSADOA, en comparación con el uso continuado de AINE o paracetamol, especialmente en pacientes de edad más avanzada que con frecuencia tienen mayor riesgo cardiovascular. Todos los estudios seleccionados obtuvieron como mínimo resultados equiparables al AINE, por lo que el uso de SYSADOA supondría como mínimo un menor coste , mejor tolerancia gastrointestinal y menor riesgo cardiovascular en comparación con los AINE.
Los SYSADOA se postulan como una herramienta que pudiera adaptarse mejor a la enfermedad por su carácter crónico, y al tipo de paciente al que frecuentemente van dirigidas estas terapias. Sin embargo, a pesar de la tendencia favorable a los SYSADOA en estudios recientes, aún no se ha conseguido la evidencia necesaria para responder a la necesidad de encontrar alternativas al manejo tradicional de la artrosis que limiten los efectos secundarios atribuibles al consumo continuado de AINE o paracetamol.
Se necesita mejorar la certeza sobre los tratamientos condromoduladores aportando a los ensayos clínicos una robustez mayor, ya que la disparidad obtenida en los ensayos clínicos dificulta alcanzar un consenso y ponen de manifiesto la necesidad de aclarar la confianza depositada en ellos.
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