viernes, 3 de julio de 2020

Guía ABE. Soluciones de rehidratación oral.

El desarrollo de las soluciones de rehidratación oral (SRO) se considera como uno de los avances médicos más importantes del siglo XX. Las bases científicas que apoyan el uso de las SRO parten de los estudios que muestran que los sistemas de transporte de glucosa y electrolitos a través de la membrana de los enterocitos permanecen relativamente intactos en la diarrea aguda causada por virus o por las bacterias habituales. Además, la rehidratación oral tiene menos complicaciones, es más fisiológica, más barata, más segura, reduce el número de ingresos y favorece la introducción precoz de la alimentación, por lo que las SRO son el tratamiento de elección en niños con deshidratación leve y moderada.
La SRO fue diseñada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1977 para el tratamiento de los niños deshidratados por diarrea en los países en vías de desarrollo. Posteriormente, la Asociación Americana de Pediatría (AAP) en 1985, la propia OMS en 2002 y la Sociedad Europea de Nutrición y Gastroenterología (ESPGHAN) en 1992, han publicado otras guías donde establecen con claridad el contenido óptimo de cada componente. Se recomiendan SRO en las que la relación sodio/glucosa debe ser 2/1 o inferior para el correcto funcionamiento de los enterocitos y la concentración máxima de glucosa no debe exceder los 150 mmol/L por riesgo de diarrea osmótica. Por tanto, las SRO recomendadas actualmente deberán tener concentraciones de sodio entre 60-70 mmol/L y osmolaridad entre 200-250 mOsm/L, se denominan SRO hiposódicas o con bajo contenido en sodio (Na <60 mEq/L) en contraposición a las SRO recomendadas inicialmente por la OMS (Na 90 mEq/L).
Por otro lado, algunas de las SRO presentan en su composición algún probiótico (microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del hospedador). La evidencia científica es limitada para la mayor parte de los probióticos, de manera que la ESPGHAN recomienda el uso de aquellos con mayor evidencia como adyuvante en la terapia de rehidratación oral y nunca como sustituto de ésta, ya que administrados a la dosis adecuada han demostrado disminuir la duración del cuadro en aproximadamente un día. Las cepas recomendadas y sus dosis son:
  • Lactobacillus rhamnosus GG (recomendación fuerte): ≥ 1010 ufc*/día (5-7 días). Disminuye además el número de deposiciones al segundo día.
  • Saccharomyces boulardii (recomendación fuerte): 250-750 mg/día (5-7 días). También ha demostrado disminuir la duración del ingreso hospitalario.
  • Lactobacillus reuteri DSM 17938 (recomendación débil): 108 - 4 × 108 ufc/día (5-7 días).
  • Lactobacillus acidophilus LB inactivada por calor ** (recomendación débil): mínimo 5 dosis de 1010 ufc >48 horas; máximo 9 dosis de 1010 ufc durante 4.5 días.
* ufc: unidades formadoras de colonias.
** Algunos autores no la consideran un probiótico por no ser un microorganismo vivo. En otros estudios se ha investigado L acidophilus sin especificar la cepa, ni si es viva o muerta, por lo que la ESPGHAN solo recomienda la cepa L acidophilus LB inactivada por calor.

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