jueves, 18 de junio de 2020

Dos tipos de medicamentos para la diabetes son igualmente efectivos para reducir la patología cardíaca y renal (J Endocrin Soc).

 Dos tipos nuevos de medicamentos que se usan habitualmente para tratar la diabetes tipo 2 son similares en su capacidad para reducir las complicaciones cardíacas importantes, incluidos el infarto de miocardio, el ictus y la muerte por enfermedad cardiovascular, según un trabajo publicado en el Journal of the Endocrine Society.
Los inhibidores de SGLT2 muestran un claro beneficio sobre la otra clase, los agonistas del receptor GLP-1, a la hora de reducir los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca, según el estudio. "Esto ayuda a los médicos a elegir más fácilmente un medicamento para tratar mejor la diabetes", destaca el autor principal, Ali Al-Khazaali, de la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos).
Los inhibidores de SGLT2 son medicamentos orales recetados que se usan para tratar la diabetes tipo 2 e incluyen canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina. El estudio comparó estos medicamentos con medicamentos inyectados para la diabetes conocidos como agonistas del receptor GLP-1, como albiglutida, dulaglutida, exenatida, liraglutida y semaglutida.
En estudios anteriores se descubrió que estas dos clases de fármacos mostraron beneficios para el corazón y los riñones, además de controlar la glucemia.
Los investigadores analizaron datos de seis ensayos previos de agonistas del receptor GLP-1 (con un total de 51.762 sujetos) y cuatro ensayos con  inhibidores de SLGT2 (incluidos 33.457 sujetos). Ambas clases de fármacos fueron igualmente efectivas para reducir los eventos cardiovasculares adversos mayores combinados, en comparación con las personas con diabetes que no estaban tomando esta medicación.
La tasa de hospitalización por insuficiencia cardíaca fue un 32% menor en los pacientes que tomaron inhibidores de SLT2 en comparación con aquellos que no los tomaron, especialmente entre aquellos con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Por el contrario, las personas que tomaron agonistas del receptor GLP-1 no mostraron una tasa reducida de hospitalización por insuficiencia cardíaca en comparación con los que tenían diabetes pero que no tomaban estos medicamentos. Ambas clases de fármacos demostraron beneficio renal y ninguna clase se mostró superior a la otra en este aspecto.
Los efectos secundarios graves más comunes para los inhibidores de SGLT2 incluyeron infecciones por hongos en las mujeres y cetoacidosis diabética, un problema poco frecuente que compromete la vida y que puede afectar a personas con diabetes. El principal efecto secundario grave de los agonistas del receptor GLP-1 fue malestar gastrointestinal.
"Los médicos necesitan equilibrar este efecto secundario con los posibles beneficios de pérdida de peso de este medicamento", concluye Al-Khazaali.

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