La optimización de la prescripción de medicamentos está surgiendo como un elemento obligatorio para los sistemas de salud [ 1 ]. La prescripción se basa en gran medida en las pautas basadas en la evidencia de una sola enfermedad, que generalmente no consideran la multimorbilidad crónica (es decir, la coexistencia de varias enfermedades crónicas en un paciente). En consecuencia, a los pacientes se les prescriben varios medicamentos siguiendo múltiples pautas específicas de enfermedad [ 2 ].
La polifarmacia resultante, definida como el uso de múltiples medicamentos, no siempre es apropiada. Varios estudios han demostrado que la polifarmacia inadecuada aumenta el riesgo de un uso innecesario de medicamentos, posibles interacciones entre medicamentos y fármacos y enfermedades adversas (ADR) [ 3 - 5 ]. La polifarmacia a menudo se debe a la llamada 'cascada de prescripción', que implica que el médico no reconoce un nuevo evento médico como un ADR. En tales casos, se prescribe un medicamento adicional para tratar la reacción adversa que provoca efectos secundarios en lugar de retirar o cambiar el medicamento responsable, creando así un círculo vicioso y agregando riesgos adicionales a los pacientes multimórbidos [ 6 - 7 ].
Los estudios de población a gran escala con el objetivo de explorar los patrones de la vida real de la polifarmacia representan una oportunidad única para analizar la complejidad de la prescripción de medicamentos y explorar la existencia de asociaciones sistemáticas entre los medicamentos. Un estudio reciente identificó varios patrones de polifarmacia en una gran población, y su interpretación clínica sugirió la existencia de factores causales subyacentes que a menudo estaban relacionados, no con la enfermedad en sí, sino con los efectos secundarios de los tratamientos prescritos. El estudio destacó la necesidad de análisis que combinen enfermedades y medicamentos, ya que ambos pueden ser factores causales y consecuentes de la prescripción inapropiada de medicamentos [ 8]. Aunque la carga de enfermedades crónicas y medicamentos prescritos, y posteriormente el riesgo de interacciones entre ellos, aumenta con la edad, este problema no es exclusivo de los ancianos, y la investigación también debe centrarse en las poblaciones más jóvenes para permitir la identificación temprana de posibles interacciones y Desarrollo de estrategias de prevención.
Este estudio poblacional a gran escala tuvo como objetivo caracterizar la existencia de asociaciones sistemáticas entre enfermedades crónicas y medicamentos en forma de patrones en poblaciones jóvenes y adultas, y describir e interpretar clínicamente los patrones constituidos con un enfoque en explorar la existencia de drogas potenciales. e interacciones farmacológicas y prescripción de cascadas.
Conclusión
Este estudio reveló la existencia de asociaciones sistemáticas entre las enfermedades crónicas y los medicamentos dispensados tanto en hombres como en mujeres hasta los 65 años, lo que demuestra que pueden ocurrir en todas las edades, incluidos los niños, y que tienen una evolución de por vida. Se identificaron seis patrones de multimorbilidad y polifarmacia, denominados respiratorio, salud mental, cardiometabólico, endocrinológico, osteometabólico y mecánico. La interpretación clínica de tales patrones sugiere que, aparte de algunas asociaciones esperadas relacionadas con el tratamiento farmacológico de las enfermedades, la existencia de interacciones medicamentosas y las cascadas de prescripción pueden ser un factor subyacente potencial para algunas de las asociaciones identificadas entre las enfermedades crónicas y los medicamentos.
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