martes, 8 de enero de 2019

Prescrire. Medicamentos que pueden afectar a la retina.

Los medicamentos pueden causar problemas de visión y requieren un control oftalmológico regular y, si es necesario, una reducción de la dosis o incluso la interrupción.

Las perturbaciones de la retina, un tejido muy vascularizado e inervado que cubre una gran parte de la superficie interna del globo ocular, tienen varias causas: genéticas, relacionadas con el envejecimiento, traumáticas, infecciosas, inflamatorias, tóxicas, etc.

Algunos medicamentos causan daño tisular o daño vascular a la retina. Otros interrumpen la función de los fotorreceptores o se unen a los componentes de la retina.

Los medicamentos locales incluyen los medicamentos utilizados en la degeneración macular relacionada con la edad, los corticosteroides administrados en la cavidad ocular, algunas gotas para los ojos y los antibióticos. En general, muchos medicamentos están expuestos a trastornos de la retina: tratamientos antirreumáticos, antiinfecciosos, neuropsiquiátricos, cardíacos, hormonales, tratamiento de la diabetes, esclerosis múltiple, etc.

Algunos pacientes no tienen signos, otros pierden la visión. El riesgo de trastornos es aún más importante ya que otros factores se acumulan: diabetes, presión arterial alta, edad avanzada, miopía fuerte.

Cuando se usa un medicamento conocido por estar expuesto a trastornos de la retina, es útil que los pacientes estén al tanto de los síntomas que se deben monitorear. El valor del monitoreo oftalmológico debe ser evaluado. La identificación del origen del fármaco de los trastornos de la retina conduce a una reevaluación del balance beneficio-riesgo del fármaco en cuestión. La interrupción del fármaco en cuestión o la reducción de su dosis permite, con mayor frecuencia, una mejora de la visión, al menos parcial.

"Troubles rétiniens d'origine médicamenteuse" Rev Prescrire 2018 ; 39 (423) : 19-25. (pdf, réservé aux abonnés) 

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