En este artículo se describe el impacto del dolor crónico discapacitante (DCD) en la calidad de vida, el trabajo, el consumo de medicamentos y la utilización de servicios sanitarios recabado en un estudio poblacional transversal con entrevista cara a cara con 6.507 personas ≥16 años. El DCD quedó definido por la población que afirmó verse limitada en su actividad por alguno de los dolores crónicos (DC) recogidos en el estudio. Las variables independientes fueron calidad de vida, consumo de medicamentos, utilización de servicios sanitarios y ausencia laboral.
En comparación con la población sin dolor crónico (nDC), la población con DCD tuvo 6 puntos menos en calidad de vida mental y 12 en la física; el consumo de medicamentos se triplicó y utilizó casi el doble los servicios sanitarios; su ausencia laboral prolongada es el triple. Además, la población con DC no discapacitante (DCnD) no difirió significativamente de aquella nDC en cuanto a las variables de estudio.
En conclusión, el DCD puede ser considerado como otra categoría del DC por su gran impacto en la calidad de vida. La población con DCnD puntuó similar a la población nDC. Los servicios de Atención Primaria y Salud Pública deberían liderar diferentes estrategias de prevención para el DCD así como identificar la población con DCnD para disminuir su posible deterioro hacia el DCD.
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