Durante las últimas décadas se ha producido un aumento dramático de la
información clínica disponible para los profesionales sanitarios y se
han establecido documentos de referencia de best practice en
diferentes áreas de la medicina. Son un ejemplo de ello las numerosas
guías de práctica clínica elaboradas por multitud de instituciones
distintas. A pesar de la gran cantidad de críticas que han recibido
sobre sus limitaciones, su elaboración se ha acompañado de un gran
esfuerzo para establecer los estándares de calidad y de una cuantiosa
publicación de literatura sobre las estrategias de adopción de las
mismas en la práctica clínica. No obstante, ante tal abundancia de
información existen ciertas dudas sobre si realmente llegan a leerse y
utilizarse. Analicemos las razones principales y veamos qué se puede
hacer para cambiar esta (falta de) práctica, bajo el prisma de la
economía del comportamiento.
http://gestionclinicavarela.blogspot.com/2018/09/que-hacer-para-que-se-lean-las-guias-de.html
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