Un grupo de expertos de diferentes
sociedades médicas e instituciones han elaborado la guía “Apnea del
sueño y conducción de vehículos. Recomendaciones para la interpretación
del nuevo Reglamento General de Conductores en España”, que contiene
cuestionarios de cribado y diagnóstico de apnea del sueño.
La guía, publicada en Archivos de Bronconeumología, se ha elaborado con el fin de facilitar la implementación de la Directiva 2014/8515 UE de la Comisión Europea sobre el permiso de conducción, que incluye la apnea de sueño entre los criterios de aptitud psicofísica que se han de valorar en todos los Estados miembros.
"Una de las principales recomendaciones de la guía es un
procedimiento para el cribado de apnea del sueño y evaluación de la
somnolencia en conductores no diagnosticados", apunta el coordinador del
Área de Sueño de la SEPAR y coautor del documento, Carlos Javier Egea.
El manual ha seleccionado como método de cribado el cuestionario STOP-Bang por su elevada sensibilidad y facilidad de aplicación en todos los ámbitos en combinación con la escala de somnolencia de Epworth.
Dependiendo de los resultados obtenidos, el permiso de conducción será o no interrumpido, y en caso positivo, deberá ser remitido a una Unidad de Sueño (UDS) para realizar un estudio por la elevada probabilidad de padecer apnea del sueño moderada o grave.
La sospecha de padecer apnea del sueño tras realizar el cribado conlleva una gran responsabilidad en la toma de decisiones para el médico del Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC), que ha de poner en equilibrio el derecho del individuo frente al riesgo propio y de terceros.
Otro de los aspectos destacados de la guía es la clasificación de los conductores no aptos previamente diagnosticados. En los pacientes no aptos se podrá emitir un informe apto con reducción del periodo de vigencia en el conductor en el que el tratamiento ha sido exitoso después de un periodo de 4-6 semanas, con adecuado cumplimiento y control de la sintomatología clínica.
Varios trabajos han valorado el efecto de la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) en la reducción de los accidentes de vehículos a motor en pacientes con síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS).
"En la mayoría de los estudios, el CPAP se ha revelado como un tratamiento eficaz que tiene como resultado una sustancial disminución o incluso normalización en el riesgo de accidente", destaca Egea.
Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de mortalidad entre los 5 y 50 años en todo el mundo, y están íntimamente relacionados con la somnolencia, ya que según un estudio español sobre cuatro mil conductores de vehículos, el 3,6% presentaron somnolencia habitual conduciendo, de estos, el 81% se habían quedado dormidos alguna vez al volante y el 25% lo hacían de forma habitual.
"Una revisión sistemática y un análisis del riesgo de accidentes en conductores de vehículos comerciales publicado en 2009, mostró que la media de riesgo se sitúa en el rango entre 1,21-4,89 y que las características que predicen los accidentes en conductores que padecen apnea de sueño incluyen el índice de masa corporal (IMC), el índice de apnea hipopnea (IAH), la saturación de oxígeno y posiblemente la somnolencia diurna", concluye Egea.
La guía, publicada en Archivos de Bronconeumología, se ha elaborado con el fin de facilitar la implementación de la Directiva 2014/8515 UE de la Comisión Europea sobre el permiso de conducción, que incluye la apnea de sueño entre los criterios de aptitud psicofísica que se han de valorar en todos los Estados miembros.
El manual ha seleccionado como método de cribado el cuestionario STOP-Bang por su elevada sensibilidad y facilidad de aplicación en todos los ámbitos en combinación con la escala de somnolencia de Epworth.
Dependiendo de los resultados obtenidos, el permiso de conducción será o no interrumpido, y en caso positivo, deberá ser remitido a una Unidad de Sueño (UDS) para realizar un estudio por la elevada probabilidad de padecer apnea del sueño moderada o grave.
La sospecha de padecer apnea del sueño tras realizar el cribado conlleva una gran responsabilidad en la toma de decisiones para el médico del Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC), que ha de poner en equilibrio el derecho del individuo frente al riesgo propio y de terceros.
Otro de los aspectos destacados de la guía es la clasificación de los conductores no aptos previamente diagnosticados. En los pacientes no aptos se podrá emitir un informe apto con reducción del periodo de vigencia en el conductor en el que el tratamiento ha sido exitoso después de un periodo de 4-6 semanas, con adecuado cumplimiento y control de la sintomatología clínica.
Varios trabajos han valorado el efecto de la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) en la reducción de los accidentes de vehículos a motor en pacientes con síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS).
"En la mayoría de los estudios, el CPAP se ha revelado como un tratamiento eficaz que tiene como resultado una sustancial disminución o incluso normalización en el riesgo de accidente", destaca Egea.
Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de mortalidad entre los 5 y 50 años en todo el mundo, y están íntimamente relacionados con la somnolencia, ya que según un estudio español sobre cuatro mil conductores de vehículos, el 3,6% presentaron somnolencia habitual conduciendo, de estos, el 81% se habían quedado dormidos alguna vez al volante y el 25% lo hacían de forma habitual.
"Una revisión sistemática y un análisis del riesgo de accidentes en conductores de vehículos comerciales publicado en 2009, mostró que la media de riesgo se sitúa en el rango entre 1,21-4,89 y que las características que predicen los accidentes en conductores que padecen apnea de sueño incluyen el índice de masa corporal (IMC), el índice de apnea hipopnea (IAH), la saturación de oxígeno y posiblemente la somnolencia diurna", concluye Egea.
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