El
autor se muestra contrario a la decisión del Grupo de prevención
cardiovascular del PAPPS (Programa de Actividades Preventivas y de
Promoción de la Salud de la SEMFYC) de incluir la recomendación de
realizar el cribado oportunista de fibrilación auricular en mayores de
65 años mediante la toma del pulso.
En
su opinión faltan evidencias científicas sólidas para hacer esta
recomendación. Más diagnósticos de fibrilación auricular solo implica
más tratamientos anticoagulantes potencialmente peligrosos, sin que
existan datos de que anticoagular a personas asintomáticas con una
fibrilación auricular disminuya la morbilidad o mortalidad relacionadas.
¿Es
casualidad que en plena explosión promocional de los anticoagulantes de
acción directa un grupo de expertos recomiende una intervención que
aumentará la prevalencia de la enfermedad para la que se están
indicando?
El autor llama a la máxima prudencia para cualquier intervención que se realice con personas asintomáticas: “en
Atención Primaria tenemos que dar ejemplo de prudencia, elevando el
umbral a partir del cual se implementa una intervención en población
sana/asintomática”
El
grupo de prevención de cardiovascular del PAPPS debería reconsiderar
su, mientras no se demuestre lo contrario, potencialmente dañina
recomendación.
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