En los últimos días se ha publicado por parte del equipo del Plan Integral de Diabetes de Andalucía un documento de apoyo especialmente interesante, relacionado con la Diabetes Mellitus Gestacional (DMG).
La prevalencia de DMG oscila entre el 7%
y el 14% dependiendo de la población estudiada y de la estrategia
diagnóstica empleada. En España, según los datos recogidos por el Grupo
Español de Diabetes y Embarazo (GEDE) en 1995, entre el 3 y el 18% de
las embarazadas presentaban DMG. A lo largo de su vida, muchas de estas
mujeres desarrollarán Diabetes Mellitus (DM) tipo 2 y síndrome
metabólico. Asimismo, las hijas e hijos expuestos tienen mayor riesgo de
desarrollar alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono,
obesidad y síndrome metabólico en la edad adulta.
El abordaje de la DMG implica la
intervención de profesionales de diferentes áreas de conocimiento
(medicina de familia, endocrinología, obstetricia, enfermería…) cuya
visión del problema, en ocasiones parcial y diferente, implica, a veces,
cierta variabilidad en la atención.
En Andalucía, la actualización de los Procesos Asistenciales Integrados (PAI) “Diabetes Mellitus” (2017) y “Embarazo, parto y Puerperio”
(2014) permitió poner de manifiesto la existencia de aspectos
relacionados con la atención a las mujeres con DMG que eran objeto de
controversia. Los más destacados fueron el cribado y diagnóstico de DMG,
la definición de población de riesgo, los objetivos de control
glucémico, las recomendaciones sobre estilos de vida saludables y
tratamiento farmacológico y la reclasificación tras el parto. La
importancia de los mismos en el manejo de la DMG hizo que los grupos
elaboradores de dichos PAI se plantearan proporcionar un enfoque más
concreto a los profesionales implicados.
La preocupación por disminuir la
variabilidad en la práctica clínica y conseguir una atención de calidad
desde el inicio del embarazo hasta el puerperio, sea cual sea el ámbito o
profesional que lo atiende, planteó la necesidad de elaborar un
documento de apoyo específico sobre DMG que diera respuesta, además, a
los interrogantes antes planteados.
El objetivo de este documento, por
tanto, es hacer recomendaciones de buenas prácticas en relación con el
manejo clínico de la DMG. Para ello, se han incluido las últimas
evidencias sobre cribado, diagnóstico y manejo clínico y terapéutico.
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