El DPP,
iniciado en 1996 y financiado por el Instituto Nacional de Diabetes y
Enfermedades Digestivas y Renales de EEUU (NIDDK), es un estudio de
investigación clínico multicéntrico, dirigido a descubrir si la pérdida
de peso modesta a través de cambios en la dieta y el aumento de la
actividad física o el tratamiento con metformina podrían prevenir o
retrasar la aparición de diabetes tipo 2 en la población.
El 07 de febrero 2002, los investigadores publicaron en la revista New England Journal of Medicine
sus primeros resultados (3 años de seguimiento) donde los participantes
que perdieron una cantidad modesta de peso, a través de cambios en la dieta y aumentar la actividad física, redujeron drásticamente sus posibilidades de desarrollar diabetes. Tomando metformina también se redujo el riesgo, aunque en menor medida.
Ahora, 15 años después, han publicado en The Lancet
los resultados de continuación de este ensayo. Fueron incluidos 2.776
(88%) individuos de la cohorte DPP sobrevivientes del estudio inicial.
Se realizó seguimiento desde el 1 de septiembre 2002 al 2 de enero 2014
(Estudio de Resultados del Programa de la Prevención de la Diabetes – DPPOS)
y se analizó por intención de tratar en base a su asignación original
al DPP. Durante el estudio DPPOS, al grupo de intervención de estilo de
vida original se le ofreció el refuerzo de estilo de vida semestralmente
y el grupo de metformina recibió el tratamiento de forma
desenmascarada.
Los objetivos principales fueron el desarrollo de diabetes y la prevalencia de la enfermedad microvascular.
Para la evaluación de la enfermedad microvascular se utilizó un
resultado agregado compuesto de la nefropatía, retinopatía y neuropatía.
Durante un seguimiento medio de 15 años,
la incidencia de diabetes se redujo en un 27% en el grupo de
intervención de estilo de vida (RR 0,73; IC95%: 0,65-0,83; p<0,0001) y
en un 18% en el grupo de metformina (RR 0,82, IC95%: 0,72-0,93; p =
0,001), en comparación con el grupo placebo, con la disminución de las
diferencias entre grupos a través del tiempo.
A los 15 años, la incidencia
acumulada de diabetes fue del 55% en el grupo de estilo de vida, del 56%
en el grupo de metformina y del 62% en el grupo placebo. La
prevalencia al final del estudio de los resultados microvasculares
agregados no alcanzaron diferencias significativas entre los grupos de
tratamiento en la cohorte total (placebo 12,4%, IC95%: 11,1-13,8;
metformina 13,0%, IC95%: 11,07-14,5; intervención de estilo de vida
11,3%, IC95%: 10,1-12,7).
En comparación con los participantes que desarrollaron diabetes, los
que no desarrollaron diabetes tenían una prevalencia un 28% menor de
complicaciones microvasculares (riesgo relativo 0,72; IC95%: 0,63-0,83;
p<0,0001). Este resultado es realmente el que apoya la importancia de la prevención de la diabetes, ya que las personas que no desarrollaron diabetes son casi un 30% menos propensas a tener nefropatía, retinopatía y neuropatía.
Concluyen que la intervención de estilo
de vida o metformina durante al menos 15 años redujo significativamente
el desarrollo de la diabetes, no encontrándose diferencias en los
resultados microvasculares agregados cuando ya se desarrolla la
diabetes.
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