martes, 15 de septiembre de 2015

Hemos leído. Mayor esperanza de vida y polifarmacia: tanto monta….

AbuelosEstos días, la prensa se está haciendo eco de un estudio sobre la esperanza de vida. Los resultados del mismo, para los que se han tenido en cuenta 306 enfermedades, colocan a España (año 2013) en el puesto 13 en cuanto a esperanza de vida (con Andorra en primer lugar y Japón en segundo).
La esperanza de vida en España ha aumentado desde los 77 años en 1990 hasta los 81,7 en 2013, mientras que la esperanza de vida saludable, con ausencia de enfermedad, lo ha hecho desde los 66,4 a los 70,1 años. Parece ser que esta esperanza de vida saludable no ha experimentado un aumento tan drástico como el de la esperanza de vida y, como resultado, la población vive más años con enfermedades y discapacidades. Es decir, en los últimos años de nuestra vida nos convertimos en pacientes crónicos y, por lo consiguiente, susceptibles a un uso creciente de medicamentos.
Por ello es necesario investigar la evolución de la polifarmacia para entender mejor como interactúan simultáneamente los múltiples fármacos utilizados en la vida real y para evaluar el efecto de las intervenciones de optimización de la farmacoterapia en la calidad de vida y mortalidad de la población.
Desde Escocia nos llega un estudio que tiene como objetivo examinar los cambios en las tasas de la polifarmacia y las interacciones fármaco-fármaco potencialmente graves en una población geográficamente estable.
Consiste es un análisis transversal de datos de prescripción en una comunidad de 310.000 residentes adultos entre 1995 y 2010. Se calculó el número de medicamentos dispensados en los últimos 84 días del periodo estudiado y el número de interacciones fármaco-fármaco potencialmente graves, estandarizado por edad y sexo. También se estudiaron las características de aquellos pacientes que recibían ≥10 medicamentos y con presencia de una o más interacciones.
Estos son algunos datos:
Polimedicados escocia– En 1995, 151.191 personas (50.6%) tenían dispensado uno o más medicamentos y 183.726 (58.9%) en 2010.
– La proporción de adultos a los que se les prescribió ≥5 medicamentos casi se duplicó, pasando de 9.7% a 16.3%
– La proporción de adultos a los que se les prescribió ≥10 medicamentos se triplicó, pasando de 1.5% a 4.7%.
– La proporción de adultos mayores de 65 años a los que se les prescribió ≥10 medicamentos pasó de 4.9% a 17.2%.
– El consumo de medicamentos en ambos periodos está fuertemente asociado con la edad, incrementando de forma constante el número de medicamentos dispensados según aumenta la edad.
– En cuanto a los subgrupos terapéuticos, los mayores aumentos de consumo entre 1995 a 2010 se observaron en medicamentos para el sistema cardiovascular (de 16.8% a 27.3%), nervioso (de 18,6% a 26,3%), gastrointestinal (de 12,6% a 18,1%) y endocrino (8,8% a 14,3%). Se redujo ligeramente la prescripción en los grupos de antiinfecciosos y sistema musculoesquelético.
– La proporción de interacciones farmacológicas potencialmente graves se han duplicado, pasando de un 5.8% a un 13.1% de los adultos que en el año 2010 han sufrido una interacción grave. Las personas mayores son más propensas a padecerlas, concretamente un 34,1% de la población mayor de 65 años en 2010.
Las conclusiones son las esperadas y las que todos sabemos, pero se han cuantificado: los regímenes de medicamentos son cada vez más complejos y potencialmente dañinos, por lo que las personas con polifarmacia necesitan una revisión periódica y una optimización de su prescripción.

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