Comptagotes (18/03/2015)
Joan Antoni Vallès
La diabetes es una enfermedad muy prevalente y con grandes
repercusiones sobre la salud de la población y cargas sobre las
familias, sociedad y sistemas de salud. Múltiples estudios
epidemiológicos asocian el control glucémico de los tratamientos
hipoglucemiantes con un menor riesgo de mortalidad y de complicaciones
relacionadas con la diabetes. Las diversas guías sobre el tratamiento de
la diabetes mellitus tipo 2 reconocen claramente la metformina como el
fármaco de primera elección. Pero mucho se ha escrito sobre cuál es el
mejor fármaco en segunda línea, sin llegar a un consenso claro.
Con el objetivo de aclarar los beneficios y los riesgos de cuatro
tratamientos hipoglucemiantes añadidos a metformina (una sulfonilurea
(T1), una gliptina (T2), un análogo del GLP1 (T3) o insulina (T4)), se
evaluó la su efectividad clínica, calidad de vida y coste, desarrollando
y validando un modelo de Markov sobre el control glucémico en estos
pacientes. En los grupos T1, T2 y T3 se podía añadir insulina como
tercera opción de tratamiento en caso de control glucémico insuficiente
con dos fármacos por vía oral. Las variables de resultado incluyeron la
supervivencia cruda y ajustada a calidad de vida (AVAC), tiempo hasta la
dependencia a la insulina y el coste del tratamiento por AVAC desde el
diagnóstico hasta la primera complicación de la diabetes (cardiopatía
isquémica, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva,
derrame cerebral, ceguera, insuficiencia renal, amputación o muerte).
El estudio se llevó a cabo en 37.501 pacientes diabéticos americanos
diagnosticados entre 1995 y 2010, de más de 40 años, que iniciaron el
primer tratamiento antidiabético menos 6 meses después del diagnóstico y
los que había al menos un seguimiento de 5 años (y al menos 2
determinaciones de HbA1c). Los datos administrativas, clínicas, de
laboratorio y de uso de medicamentos se obtuvieron de bases de datos
administrativas y sanitarias.
Los cuatro tratamientos resultaron similares en supervivencias
(diferencia máxima de 0,03 años entre tratamientos) y AVAC,
independientemente del objetivo de control glucémico. Ahora bien, el
tratamiento con sulfonilurea se asoció significativamente a un menor
coste por AVAC (entre 141 y 216 dólares por AVAC) y con el tiempo más
largo hasta la dependencia de la insulina (entre 0,4 y 1,0 años) . El
objetivo de HbA1c del 7% se asoció con AVAC más altos en comparación con
el objetivo del 8% para todos los tratamientos (diferencias de 0,10 y
0,13 AVAC en hombres y mujeres, respectivamente).
Repercusiones en la práctica clínica
El uso de una sulfonilurea como tratamiento de segunda línea de la
diabetes tipo 2 se asocia a un control glucémico, supervivencia y AVAC
comparables al de otros tratamientos, pero a un menor coste y un mayor
tiempo hasta la dependencia de la insulina.
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