Se
habla de dolor idiopático cuando se trata de un dolor que se prolonga
más allá de seis meses sin que exista causa fisiológica que lo
justifique en ausencia de patología psiquiátrica. Con una prevalencia
entre la población general de entre el 1 y el 5%, esta situación se
produce por lesiones o enfermedades que involucran al sistema nervioso
somatosensorial, tanto periférico como central. Se considera una
enfermedad crónica grave, con alto grado de afectación en la calidad de
vida del paciente, y para la que los tratamientos de los que se
dispone a día de hoy, sólo permiten mitigar la sintomatología sin que
exista una cura definitiva.
Hace poco han sido publicado los resultados de una revisión sistemática y meta-análisis realizada con el fin de comparar la efectividad de los tratamientos más comúnmente aplicados sobre estos pacientes y poder así actualizar, en base a un criterio de evidencia, las recomendaciones para el tratamiento farmacológico del dolor neuropático. Se tuvieron en cuenta para el análisis los estudios aleatorizados y doble ciegos, revisados y publicados desde 1.966 que versaran sobre la farmacoterapia de uso tópico y oral aplicada al tratamiento del dolor neuropático en adultos. También se incluyeron los ensayos sobre la misma temática no publicados, obtenidos a partir del ClinicalTrials.gov y de los sitios web de compañías farmacéuticas. Se tomó como medida primaria el número necesario a tratar (NNT) para obtener una mejora de 50%, y también se evaluó el sesgo de publicación.
Del análisis de los 229 seleccionados, se desprende que los resultados sobre la eficacia fueron en general modestos. Combinando datos de los distintos estudios, los NNT observados para los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, pregabalina, gabapentina y los parches de alta concentración de capsaicina fueron respectivamente de 6,4 (IC95%: 5,2-8,4), 7,7 (IC95%: 6,5 – 9.4), 7,2 (IC95%: 5,9 – 9,21), y 10,6 (IC95%: 7,4 – 19,0). Los NNT fueron menores para los antidepresivos tricíclicos, opioides fuertes, tramadol, y la toxina botulínica A, e indeterminado para los de parches de lidocaína. Sobre la base de estos datos y teniendo en cuenta la calidad de la evidencia observada, los autores proponen como tratamiento de primera línea para el dolor idiopático, con una recomendación fuerte, el uso de antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, pregabalina y gabapentina. No pueden ser incluidos en este grupo, debido a la baja calidad de evidencia encontrada, los parches de lidocaína, los parches de alta concentración de capsaicina y el tramadol, que constituyen la propuesta de segunda línea terapéutica, con recomendación débil. Y como tercera línea, también con bajo nivel evidencia y recomendación débil pero con incluso peores efectos adversos, se propone el uso de los opioides fuertes y de la toxina botulínica A. En relación al análisis del sesgo de publicación, quedó de manifiesto que los artículos revisados y publicados reportaron, en general, mayores efectos de eficacia que los estudios que no llegaron a ser publicados, cuantificándose en un 10% la sobrevaloración de los efectos del tratamiento.
http://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422%2814%2970251-0/abstract
Hace poco han sido publicado los resultados de una revisión sistemática y meta-análisis realizada con el fin de comparar la efectividad de los tratamientos más comúnmente aplicados sobre estos pacientes y poder así actualizar, en base a un criterio de evidencia, las recomendaciones para el tratamiento farmacológico del dolor neuropático. Se tuvieron en cuenta para el análisis los estudios aleatorizados y doble ciegos, revisados y publicados desde 1.966 que versaran sobre la farmacoterapia de uso tópico y oral aplicada al tratamiento del dolor neuropático en adultos. También se incluyeron los ensayos sobre la misma temática no publicados, obtenidos a partir del ClinicalTrials.gov y de los sitios web de compañías farmacéuticas. Se tomó como medida primaria el número necesario a tratar (NNT) para obtener una mejora de 50%, y también se evaluó el sesgo de publicación.
Del análisis de los 229 seleccionados, se desprende que los resultados sobre la eficacia fueron en general modestos. Combinando datos de los distintos estudios, los NNT observados para los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, pregabalina, gabapentina y los parches de alta concentración de capsaicina fueron respectivamente de 6,4 (IC95%: 5,2-8,4), 7,7 (IC95%: 6,5 – 9.4), 7,2 (IC95%: 5,9 – 9,21), y 10,6 (IC95%: 7,4 – 19,0). Los NNT fueron menores para los antidepresivos tricíclicos, opioides fuertes, tramadol, y la toxina botulínica A, e indeterminado para los de parches de lidocaína. Sobre la base de estos datos y teniendo en cuenta la calidad de la evidencia observada, los autores proponen como tratamiento de primera línea para el dolor idiopático, con una recomendación fuerte, el uso de antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, pregabalina y gabapentina. No pueden ser incluidos en este grupo, debido a la baja calidad de evidencia encontrada, los parches de lidocaína, los parches de alta concentración de capsaicina y el tramadol, que constituyen la propuesta de segunda línea terapéutica, con recomendación débil. Y como tercera línea, también con bajo nivel evidencia y recomendación débil pero con incluso peores efectos adversos, se propone el uso de los opioides fuertes y de la toxina botulínica A. En relación al análisis del sesgo de publicación, quedó de manifiesto que los artículos revisados y publicados reportaron, en general, mayores efectos de eficacia que los estudios que no llegaron a ser publicados, cuantificándose en un 10% la sobrevaloración de los efectos del tratamiento.
http://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422%2814%2970251-0/abstract
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