Medir y registrar condición física y actividad en adultos con DM, con y sin ulceración del pie. Prescribir ejercicio y actividad física según condición actual del individuo, respuesta fisiológica al ejercicio y preferencias.
Un total de 37,3 millones de estadounidenses tienen diabetes, y 96 millones más tienen prediabetes. La hiperglucemia, característica distintiva de la diabetes, aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes, incluyendo la degradación cutánea y las enfermedades cardiovasculares. Existen muchas guías clínicas de práctica, pero existen carencias respecto a los mejores enfoques para evaluar la condición física y la movilidad en adultos con diabetes; incorporar el ejercicio en el plan de cuidados; y recargar el pie diabético tras el cierre de la úlcera para evitar la recurrencia. El propósito de esta guía de práctica clínica era revisar y evaluar las directrices previamente publicadas y abordar las lagunas dentro de las directrices específicas de las siguientes: mejores herramientas/pruebas e intervenciones para prevenir futuras reulceraciones, mejores herramientas e intervenciones para evaluar y abordar las discapacidades de movilidad, mejores herramientas para medir e intervenciones para abordar la reducción de la condición física y la actividad, El mejor enfoque para recargar el pie tras el cierre de una úlcera y, finalmente, si la mejora en la forma física cambiará positivamente la calidad de vida y los costes sanitarios. El Grupo de Desarrollo de Directrices realizó una búsqueda y revisión sistemática de la literatura. Se identificaron un total de 701 estudios. Tras la eliminación y exclusión de duplicados por irrelevancia, 125 estudios fueron revisados en texto completo y se incluyeron 38 estudios. Las recomendaciones se desarrollaron utilizando un asistente de software creado específicamente para el desarrollo de recomendaciones de guías. Se generaron recomendaciones para la inclusión y medición de la aptitud física y la actividad en adultos con diabetes y con o sin ulceración en el pie. El ejercicio y la actividad física deben prescribirse según la respuesta fisiológica de un adulto con diabetes al ejercicio y las preferencias para optimizar la calidad de vida a largo plazo y reducir los costes sanitarios. La recarga tras el cierre de la úlcera en el pie diabético debe incluir la máxima descarga, especialmente durante los primeros 3 meses; La carga debe ajustarse con un calendario de calzado. Se necesita más investigación en las áreas de ejercicio en el proceso de cicatrización de heridas y en la evaluación de métodos para recargar una úlcera recién reepitelializada y prevenir la recurrencia.
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