Tipo 1 presintomático: Se recomienda el uso de análisis de anticuerpos para identificar riesgo en familiares de personas con diabetes tipo 1. Esto podría abrir la puerta a intervenciones preventivas.
Diabetes gestacional: Actualizaciones completas en métodos de cribado y diagnóstico. Los SCD 2025 ofrecen claridad para aplicar enfoques actuales y mejorar resultados maternofetales.
El sueño como pilar: Ahora se enfatiza el sueño como factor clave para la prevención de diabetes tipo 2. Un sueño adecuado es tan importante como la dieta o el ejercicio.
Prevención farmacológica: Uso actualizado de vitamina D para prevenir diabetes tipo 2 Metformina a largo plazo: se destaca su relación con deficiencia de vitamina B12, recordando la necesidad de monitorizar Teplizumab para retrasar la DM1 sintomática en niños en riesgo.
MASLD y diabetes: Nuevo término para la enfermedad hepática grasa: MASLD (Metabolic dysfunction–Associated Steatotic liver Disease). Se añaden algoritmos de diagnóstico y manejo para prevenir cirrosis y mejorar resultados.
Riesgo cardiovascular: Siguen siendo fundamentales las estrategias para el manejo de lípidos, hipertensión y el uso de estatinas, respaldadas por el Colegio Americano de Cardiología.
Evaluación médica integral: Se añade un enfoque en salud bucodental con dos recomendaciones nuevas:
Visitas anuales al dentista. Coordinación médica-dental para ajustar medicamentos antes y después de procedimientos dentales.
limentación y peso: Nuevas recomendaciones para promover proteínas vegetales y reducir grasas saturadas. Cambios específicos para quienes usan terapias de manejo de peso o han tenido cirugía metabólica.
Adultos mayores: Nueva sección avalada por la Sociedad Americana de Geriatría. Incluye objetivos personalizados, manejo de hipoglucemias y salud neurocognitiva en esta población.
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