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Estrés agudo
@dreliasmoran
Las consecuencias fisiológicas del estrés a menudo se manifiestan en el tracto gastrointestinal. El estrés traumático o crónico se asocia con cambios desadaptativos generalizados en todo el intestino, aunque se sabe comparativamente poco sobre los efectos del estrés agudo. Además, estos cambios inducidos por el estrés en el intestino pueden aumentar la susceptibilidad a los trastornos gastrointestinales y a las infecciones, y afectar a las características críticas de las consecuencias neuronales y conductuales de la respuesta al estrés al perjudicar la comunicación entre el eje intestino y el cerebro. Comprender los mecanismos que subyacen a los cambios en los circuitos del sistema nervioso entérico, la sensibilidad visceral, la función de barrera intestinal, la permeabilidad y la microbiota intestinal después del estrés es un objetivo de investigación importante con implicaciones fisiopatológicas tanto en neurogastroenterología como en psiquiatría. Además, la microbiota intestinal se ha convertido en un aspecto clave de la fisiología sensible a los efectos del estrés. En esta revisión, nos centramos en diferentes aspectos del tracto gastrointestinal, incluida la función de barrera intestinal, así como los elementos inmunológicos, humorales y neuronales involucrados en la comunicación intestino-cerebro. Además, discutimos la evidencia del papel del estrés en los trastornos gastrointestinales. Se destacan las lagunas existentes en la literatura actual y se han sugerido posibles vías para futuras investigaciones con una perspectiva fisiológica integrada. Una comprensión más completa de la dinámica espacial y temporal de la respuesta integrada del huésped y microbiano a diferentes tipos de factores estresantes en el tracto gastrointestinal permitirá aprovechar plenamente el potencial diagnóstico y terapéutico en el campo de rápida evolución de las interacciones entre el huésped y el microbioma.
Las consecuencias fisiológicas del estrés a menudo se manifiestan en el tracto gastrointestinal. El estrés traumático o crónico se asocia con cambios desadaptativos generalizados en todo el intestino, aunque se sabe comparativamente poco sobre los efectos del estrés agudo. Además, estos cambios inducidos por el estrés en el intestino pueden aumentar la susceptibilidad a los trastornos gastrointestinales y a las infecciones, y afectar a las características críticas de las consecuencias neuronales y conductuales de la respuesta al estrés al perjudicar la comunicación entre el eje intestino y el cerebro. Comprender los mecanismos que subyacen a los cambios en los circuitos del sistema nervioso entérico, la sensibilidad visceral, la función de barrera intestinal, la permeabilidad y la microbiota intestinal después del estrés es un objetivo de investigación importante con implicaciones fisiopatológicas tanto en neurogastroenterología como en psiquiatría. Además, la microbiota intestinal se ha convertido en un aspecto clave de la fisiología sensible a los efectos del estrés. En esta revisión, nos centramos en diferentes aspectos del tracto gastrointestinal, incluida la función de barrera intestinal, así como los elementos inmunológicos, humorales y neuronales involucrados en la comunicación intestino-cerebro. Además, discutimos la evidencia del papel del estrés en los trastornos gastrointestinales. Se destacan las lagunas existentes en la literatura actual y se han sugerido posibles vías para futuras investigaciones con una perspectiva fisiológica integrada. Una comprensión más completa de la dinámica espacial y temporal de la respuesta integrada del huésped y microbiano a diferentes tipos de factores estresantes en el tracto gastrointestinal permitirá aprovechar plenamente el potencial diagnóstico y terapéutico en el campo de rápida evolución de las interacciones entre el huésped y el microbioma.

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