https://www.murciasalud.es/preevid/25274
Tras la revisión realizada extraemos como aspectos de interés que:
- La extracción de un tapón de cerumen solo estaría indicada cuando éste provoca sintomatología (por ejemplo, una disminución de la audición) o cuando dificulta la visualización del canal auditivo y la membrana timpánica o realizar evaluaciones audiométricas o vestibulares.
- La irrigación (lavado ótico) debería evitarse en determinados pacientes, como por ejemplo aquellos con antecedentes de perforación de la membrana timpánica; estenosis del canal auditivo; cirugía previa del oído; o sospecha de infección activa (otitis externa).
- Los datos disponibles sugieren que el uso, previo a la irrigación, de cualquier tipo de sustancia ablandadora tiende a ser superior que realizar la irrigación de forma aislada; pero no hay evidencia firme que permita determinar qué sustancia ablandadora, incluyendo el agua y la solución salina, es más eficaz para una exitosa extracción de un tapón de cerumen mediante irrigación del oído.
- En ocasiones la instilación de sustancias ablandadoras puede ser la única intervención terapéutica: consigue eliminar/reducir el tapón de cerumen y hace innecesaria la irrigación posterior.
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