https://diabetesjournals.org/care/issue/46/Supplement_1
Terapia farmacológica para adultos con diabetes tipo 2
Recomendaciones
9.4a Los comportamientos de estilo de vida saludables, la educación y el apoyo para el autocontrol de la diabetes, evitar la inercia clínica y los determinantes sociales de la salud deben considerarse en el control de la diabetes tipo 2 para reducir la glucosa. La terapia farmacológica debe guiarse por factores de tratamiento centrados en la persona, incluidas las comorbilidades y los objetivos del tratamiento. A
9.4b En adultos con diabetes tipo 2 y riesgo establecido/alto de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, insuficiencia cardíaca y/o enfermedad renal crónica, el régimen de tratamiento debe incluir agentes que reduzcan el riesgo cardiorrenal (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). A
9.4c Se deben considerar enfoques farmacológicos que brinden una eficacia adecuada para lograr y mantener los objetivos del tratamiento, como la metformina u otros agentes, incluida la terapia combinada (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). A
9.4d El control del peso es un componente impactante del control de la reducción de glucosa en la diabetes tipo 2. El régimen de tratamiento para reducir la glucosa debe considerar enfoques que respalden los objetivos de control de peso (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). A
9.5 La metformina debe continuarse al inicio de la terapia con insulina (a menos que esté contraindicada o no se tolere) para obtener beneficios metabólicos y glucémicos continuos. A
9.6 La terapia de combinación temprana se puede considerar en algunos individuos al inicio del tratamiento para prolongar el tiempo hasta el fracaso del tratamiento. A
9.7 Se debe considerar la introducción temprana de insulina si hay evidencia de catabolismo en curso (pérdida de peso), si hay síntomas de hiperglucemia o cuando los niveles de A1C (>10% [86 mmol/mol]) o los niveles de glucosa en sangre (≥300 mg/dL [16,7 mmol/L]) son muy altos. E
9.8 Un enfoque centrado en la persona debe guiar la elección de los agentes farmacológicos. Considere los efectos sobre las comorbilidades cardiovasculares y renales, la eficacia, el riesgo de hipoglucemia, el impacto sobre el peso, el costo y el acceso, el riesgo de efectos secundarios y las preferencias individuales (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). E
9.9 Entre las personas con diabetes tipo 2 que tienen enfermedad cardiovascular aterosclerótica establecida o indicadores de alto riesgo cardiovascular, enfermedad renal establecida o insuficiencia cardíaca, un inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa 2 y/o un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón con beneficio demostrado en la enfermedad cardiovascular (Fig. 9.3, Tabla 9.2, Tabla 10.3B y Tabla 10.3C) como parte del régimen de reducción de glucosa y reducción integral del riesgo cardiovascular, independientemente de la A1C y teniendo en cuenta los factores específicos de la persona (Fig. 9.3) ( consulte la Sección 10, "Enfermedades cardiovasculares y gestión de riesgos", para obtener detalles sobre las recomendaciones para la reducción del riesgo cardiovascular). A
9.10 En adultos con diabetes tipo 2, se prefiere un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón a la insulina cuando sea posible. A
9.11 Si se usa insulina, se recomienda la terapia combinada con un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón para una mayor eficacia, durabilidad del efecto del tratamiento y beneficio en el peso y la hipoglucemia. A
9.12 No se debe retrasar la recomendación de intensificación del tratamiento para las personas que no cumplen los objetivos del tratamiento. A
9.13 El régimen de medicación y el comportamiento de toma de medicación deben reevaluarse a intervalos regulares (cada 3 a 6 meses) y ajustarse según sea necesario para incorporar factores específicos que afectan la elección del tratamiento (Fig. 4.1 y Tabla 9.2). E
9.14 Los médicos deben ser conscientes del potencial de sobrebasalización con la terapia con insulina. Las señales clínicas que pueden impulsar la evaluación de la sobrebasalización incluyen dosis basal de más de ~0.5 unidades/kg/día, alto diferencial de glucosa antes de acostarse-mañana o posprandial, hipoglucemia (consciente o no) y alta variabilidad glucémica. La indicación de sobrebasalización debe impulsar la reevaluación para individualizar aún más la terapia.E.
NUEVAS RECOMENDACIONES de la guía ADA 2023
1) En pacientes no diabéticos en tratamiento con estatinas debemos hacer seguimiento más estricto de la glucosa por el aumento del riesgo de diabetes, debemos también reforzar un estilo de vida saludable pero NUNCA suspender estatinas dado que el beneficio supera el riesgo.
2) En personas con historia de ACV isquémico reciente y evidencia de prediabetes/resistencia a la insulina podemos considerar pioglitazona para disminuir el riesgo de ACV, IAM y diabetes. Sin embargo balancear con el riesgo de edema, aumento de peso y fracturas.
Esta recomendación se basó en el estudio IRIS en el cual administraron pioglitazona 45 mg/día a pacientes con ACV o AIT reciente y resistencia a la insulina y a 5 años de seguimiento encontraron menos riesgo de ACV, IAM y diabetes pero más riesgo de edema, aumento de peso y fx .
Mencionan en la guía que para mitigar el riesgo de esos efectos adversos podemos usar dosis menores, sin embargo aclaran que es necesario más estudios para confirmar el beneficio a estas dosis.
3) hubo recomendaciones específicas en cuanto a la vacunación, para las recomendaciones de la vacuna de COVID dieron recomendaciones especificas para la edad y el tipo de vacuna (recomiendo leer el texto).
4) Obviamente enfatizaron en los cuidados basados en el paciente que se presentaron en la guía de la ADA/EASD 2022 que se presentó en Estocolmo.


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