jueves, 19 de mayo de 2022

NEJM. Hipertensión arterial aguda severa.

https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMc1916851

Las elevaciones de la presión arterial por encima de 180/110-120 mm Hg pueden provocar lesiones agudas del corazón, el cerebro y la microvasculatura. Si hay daño del órgano diana producido por la hipertensión aguda, la condición es etiquetada como "emergencia hipertensiva" y exige un tratamiento inmediato y agresivo para limitar la progresión de las lesiones.

En ausencia de daño agudo de órganos diana no hay una terminología y un manejo muy definidos, y el autor la denomina "urgencia hipertensiva"; esta condición es 2-3 veces más común que la emergencia hipertensiva. La hipertensión severa aguda, a veces con daño agudo de órganos diana, también puede manifestarse en el perioperatorio.

Muchos pacientes con hipertensión crónica  tienen elevaciones severas de la presión arterial durante meses o años sin efectos aparentes, mientras que los aumentos repentinos más moderados (por ej., 160/100 mm Hg en un paciente previamente normotenso) puede causar lesiones graves, particularmente en los vasos cerebrales (como sucede en la eclampsia, el feocromocitoma, la hipertensión aguda inducida por fármacos o la glomerulonefritis aguda).

En EE. UU., la hipertensión aguda severa representa un estimado de 4,6% de todas las consultas a los departamentos de urgencias y es un motivo frecuente de hospitalizaciones. Es más común en personas >60 años, raza negra o  que no poseen seguro, o su seguro es insuficiente o,  viven en áreas de bajos ingresos.

Los datos basados en reclamos de EE. UU. indican que las hospitalizaciones por emergencias hipertensivas han aumentado constantemente durante los últimos 20 años, pero con el tiempo, la mortalidad hospitalaria ha mejorado y actualmente oscila entre 0,2% y 11%. Incluso en ausencia de daño agudo de órgano diana, los episodios de hipertensión severa tienen consecuencias a largo plazo.

En un estudio de 2.435 pacientes con ataque isquémico transitorio previo y una presión arterial sistólica aislada >180 mm Hg (sin síntomas) mostraron un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular durante los 3 años que duró el seguimiento, por un factor de 5, comparados con aquellos que no tuvieron episodios de presión arterial sistólica >140 mm Hg, independientemente de las presiones arteriales habituales.

Del mismo modo, un estudio de cohorte prospectivo mostró que los pacientes que habían sido internados por una urgencia hipertensiva tenían 50% más riesgo de eventos cardiovasculares fatales y no fatales que los controles, a pesar de tener niveles similares de presión arterial durante el seguimiento.

Aunque las tasas de hospitalizaciones  son relativamente elevadas (hasta 11% durante los 30 días posteriores a la presentación inicial), los estudios no mostraron mayores riesgos de resultados adversos, desde días a varios meses después del alta, tanto del consultorio como del departamento de emergencias.

Un análisis reciente de 58.535 visitas al consultorio médico de pacientes que tuvieron presión arterial sistólica ≥180 mm Hg, presión arterial diastólica ≥110 mm Hg, o ambas (promedio, 182,5/96,4 mm Hg) mostraron una incidencia similar de eventos cardiovasculares en 6 meses (0,9%) tanto los pacientes hospitalizados como los propensos que fueron dados de alta después de la visita.

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