https://www.cfp.ca/content/67/9/661?rss=1
Objetivo Facilitar la distinción entre asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en la práctica diaria de atención primaria, y proporcionar estrategias de tratamiento prácticas utilizando casos espirométricos para delinear cómo reconocer la superposición clínica y espirométrica entre asma y EPOC. Fuentes de información Los enfoques descritos aquí se desarrollaron utilizando pautas basadas en evidencia y la experiencia de los autores, incluidos los hallazgos de investigación de los autores en las áreas de asma, manejo de la EPOC y pruebas espirométricas en la atención primaria. Mensaje principal Hay pacientes con características clínicas o espirométricas tanto de asma como de EPOC. Tanto el asma como la EPOC se asocian con cierto grado de inflamación del tracto respiratorio, mediada por el aumento de la expresión de proteínas inflamatorias. Sin embargo, existen claras diferencias entre el asma y la EPOC en el patrón de inflamación que ocurre en los pulmones. La confusión diagnóstica entre EPOC y asma es más probable que surja en pacientes mayores con problemas respiratorios, particularmente en un contexto que incluye el humo del cigarrillo o la exposición en el lugar de trabajo. Tanto el asma como la EPOC son diagnósticos clínicos basados en el historial del paciente, los síntomas, los hallazgos del examen físico y las medidas objetivas de la función pulmonar. La espirometría posbroncodilatador siempre es necesaria para confirmar un nuevo diagnóstico de EPOC y también debe realizarse antes del broncodilatador para el diagnóstico de asma. Sin embargo, en muchos casos, la interpretación de los resultados de la espirometría no es sencilla. Conclusión Comprender la naturaleza y el alcance de la superposición espirométrica entre el asma y la EPOC es fundamental para diseñar una estrategia terapéutica que se base en factores que incluyen antecedentes médicos y familiares, signos y síntomas, y una interpretación clara de los datos de la espirometría. Esta información se aprovechará de manera diferente para que los pacientes individuales lleguen al diagnóstico clínico correcto y seleccionen la terapia más adecuada. Con una población en aumento y envejecimiento en todo el mundo, las enfermedades respiratorias crónicas (de las cuales la enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC] y el asma son las más comunes) se están convirtiendo en causas importantes de mortalidad y morbilidad.1,2 El estudio Global Burden of Disease informó que, en En 2015, el asma fue la enfermedad respiratoria crónica más prevalente, que afectó a aproximadamente 358,2 millones de personas (un aumento de la prevalencia del 12,6% entre 1990 y 2015), y la EPOC afectó a 174,5 millones de personas (un aumento de la prevalencia del 44,2%) 2. Cuando se encuentran pacientes adultos con síntomas respiratorios que tienen antecedentes de exposición a partículas nocivas, incluido el humo del cigarrillo, los médicos de atención primaria se enfrentan potencialmente a la importante tarea de diferenciar el asma de la EPOC. La espirometría sigue siendo fundamental para el diagnóstico, la predicción de resultados y el tratamiento tanto de la EPOC como del asma3,4. Aunque existen diferencias en la fisiopatología, el tratamiento, la progresión esperada y los resultados entre estas 2 enfermedades, 5-8 existe una considerable superposición espirométrica y clínica. , lo que dificulta la confirmación diagnóstica en la práctica diaria. Este artículo intenta ayudar a distinguir entre el asma y la EPOC en la práctica diaria de la atención primaria mediante el uso de casos espirométricos que describen cómo reconocer la superposición clínica y espirométrica para facilitar un diagnóstico clínico.
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