Los pacientes con epilepsia que no han tenido convulsiones durante al menos dos años pueden dejar de sus fármacos antiepilépticos. Se puede considerar la interrupción después de un beneficio-daño individualizado. Se recomienda evaluación y consulta con un neurólogo. Es fundamental discutir con los pacientes si el riesgo de recurrencia de las convulsiones vale el beneficio de suspender el fármaco antiepiléptico. El riesgo de recurrencia de las convulsiones después de suspender los fármacos antiepilépticos depende del síndrome epiléptico y una serie de otros factores de riesgo. Aproximadamente 30 a 50% de los pacientes recaerán. Si las convulsiones reaparecen, la mayoría de los pacientes recuperan el control de las convulsiones cuando se reanuda el tratamiento. Sin embargo, hasta un 20% no logra una remisión inmediata.
https://www.nps.org.au/assets/AP/pdf/p53-Laue-Gizzi.pdf
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