Tras la infección por SARS-CoV-2, la mayoría de las personas desarrollan anticuerpos neutralizantes e inmunidad de linfocitos T. Sin embargo, algunas personas siguen siendo positivas según la PCR de frotis faríngeos semanas después de la recuperación. Se desconoce si el ARN viral en estos portadores persistentes es contagioso y estimula las respuestas inmunitarias específicas del SARS-CoV-2.
Este estudio de cohortes se realizó entre el 3 de abril y el 9 de julio de 2020 y reclutó a individuos recuperados de COVID-19 que no presentaban síntomas durante al menos 14 días. Se analizó el suero para detección de Ig total, IgA e IgM mediante ELISA, hisopos faríngeos (en dos momentos) para PCR y PBMC para análisis de dextrámeros de células T CD8+ anti-SARS-CoV-2.
Se incluyeron 203 sujetos post-sintomáticos con una infección previa por SARS-CoV-2 verificada por RT-PCR. En el punto de tiempo 1, una mediana de 23 días (rango 15-44) después de la recuperación, 26 individuos (12,8 %) dieron positivo en la PCR. En el punto de tiempo 2, 90 días (mediana, rango 85-105) después de la recuperación, 5 (5-3 %) fueron positivos. No hubo diferencia en los niveles de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 entre el grupo positivo y el negativo por PCR. Sin embargo, el grupo positivo con PCR persistente tuvo respuestas de células T CD8 específicas de SARS-CoV-2 de amplitud y magnitud significativamente mayores. El rastreo de contactos de los individuos positivos persistentes reveló cero nuevos diagnósticos de COVID-19 entre 757 contactos cercanos.
En conclusión, la positividad persistente de la PCR para el SARS-CoV-2 faríngeo en individuos postsintomáticos se asocia con respuestas inmunes celulares elevadas y, por lo tanto, el ARN viral puede representar un virus en replicación. Sin embargo, no se observó transmisión a contactos cercanos, lo que indica que los individuos positivos para PCR persistentes no son contagiosos en la etapa postsintomática de la infección.
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