viernes, 11 de diciembre de 2020

Coxalgia en el adulto joven. Pinzamiento femoroacetabular.

El Síndrome de pinzamiento femoroacetabular es, probablemente, la respuesta que se podría dar a muchas de las personas deportistas, entre 20 y 40 años que doloridas acuden a diario a la consulta por una coxalgia; normalmente aquella descrita como clínica aguda tras la movilización de la articulación después de un periodo de reposo, o tras una flexión mantenida en el tiempo de la misma.

Este síndrome -hasta no hace mucho erróneamente diagnosticado en muchas ocasiones como artrosis primaria-, actualmente se le conoce como la principal etiología de coxartrosis del adulto joven, tratándose de una patología provocada por la incorrecta forma de encajar durante la movilización del fémur proximal con el hueco articular concebido por el acetábulo.

Existen tres tipos de pinzamiento en base a la ubicación anatómica que de origen al problema:

TIPO “CAM”: La responsabilidad recae en el fémur, concretamente en la unión cervicodiafisaria del mismo. Al ser esta anesférica no encaja exactamente como debiera en el acetábulo y durante el movimiento daña el lábrum que se va inflamando crónicamente, degenerando finalmente en una artrosis de la articulación.

TIPO “PINCER”: En este caso el acetábulo sobrepasa el limite normal de cobertura sobre la cabeza del fémur, limitando la movilización y generando también esa inflamación por impacto repetido entre acetábulo y cuello femoral.

TIPO “MIXTO”: Es el más frecuente, hasta en un 86% de los casos.  Normalmente se da como un “pincer” que posteriormente da lugar a un tipo “cam” secundario.









Podemos sospechar del mismo porque el cuadro se suele presentar y evolucionar de la misma manera que describimos antes. Tiende a estar asociado a actividades de la vida diaria como levantarse de la silla o subir un piso de escaleras.  Los pacientes ubican el dolor normalmente mediante el “signo de la C” en la zona de la cadera, concretamente en la región inguinal, siendo este el síntoma cardinal, habiendo otros como el chasquido o bloqueo doloroso del rango de movilidad, o el dolor no durante sino más bien acabado el ejercicio.

Son pacientes que conservan una marcha normal excepto en los ataques agudos de dolor, pero que tendrá los arcos de movilidad de la cadera disminuidos, será positivo el test de pinzamiento anterior,  este test se realiza con el paciente en decúbito supino, llevando la extremidad hacia la flexión de cadera de 90° y en esta posición se realiza, en suave aducción, rotación interna de cadera; si existe algún grado de pinzamiento femoroacetabular, se produce dolor durante esta maniobra, y se considera entonces positivo el test de pinzamiento femoroacetabular y podremos ver también un faber aumentado. Cabe destacar que es frecuente encontrar lesiones asociadas, como pueden ser bursitis trocanteriana y/o tendinitis del glúteo medio hasta en un 30% de los casos.













Es indispensable completar el estudio con radiografía, donde podremos utilizar diferentes proyecciones como son rx de pelvis AP en bipedestación, rx de cadera AP, rx de proyección modificada de Dunn, rx axial verdadera de la cadera en estudio (cross table). Siempre pudiendo ampliar el mismo con una RNM como la artroresonancia con gadolinio que permite definición de estructuras, y posibilidad de confirmar diagnóstico mediante la infiltración de lidocaína al 2% junto con el contraste, al abolirse el dolor.

Podemos elegir entre un tratamiento no quirúrgico, mediante AINEs y modificación de  hábitos y limitando el rango de movimiento; u otra opción quirúrgica, que buscaría corregir la alteración anatómica causante del problema mediante una osteoplastia femoropatelar.  Se puede hacer tanto con abordaje abierto como artroscópicamente.

El tratamiento postquirúrgico es fundamental. Debe ser una rehabilitación precoz buscando movilizar, estirar y potenciar la musculatura que refuerce esa articulación, pudiendo llegar progresivamente a que en 3 meses pueda llega a iniciar la fase deportiva en según que cirugías.

Esta técnica busca  la remisión del dolor y la reincorporación del individuo a la actividad deportiva, pudiendo mejorar así su calidad de vida. A largo plazo la idea sería evitar el desarrollo prematuro de osteoartritis de cadera.

Post realizado por Tomás Zerolo de la Torre R1 MF CS Ofra- Delicias.

Textos revisados 

FMC. Formación Médica continuada en Atención Primaria, 2017-03-01, Volumen 24, Número 3, Páginas 134-139.

FMC. Formación Médica continuada en Atención Primaria, 2016-05-01, Volumen 23, Número 5, Páginas 309-310

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