jueves, 27 de agosto de 2020

(NICE) Guía sobre evaluación y tto del dolor crónico.

 Varios tratamientos farmacológicos de uso común para el dolor crónico tienen poca o ninguna evidencia de que funcionen; según el borrador de la guía sobre la evaluación y el tratamiento del dolor crónico.

https://www.nice.org.uk/

El dolor crónico a menudo es difícil de tratar y puede tener un impacto significativo en las personas y sus familias y cuidadores. Las estimaciones sugieren que el dolor crónico puede afectar entre un tercio y la mitad de la población, aunque no se sabe qué proporción de personas que cumplen con los criterios para el dolor crónico necesitan o desean recibir tratamiento. Casi la mitad de las personas con dolor crónico tienen un diagnóstico de depresión y dos tercios de las personas no pueden trabajar debido a ello.

El dolor primario crónico representa el dolor crónico como una condición en sí misma y que no se puede explicar por otro diagnóstico, o donde no es el síntoma de una afección subyacente (esto se conoce como dolor secundario crónico). Se caracteriza por una angustia emocional significativa y una discapacidad funcional. Algunos ejemplos son el dolor crónico generalizado y el dolor musculoesquelético crónico, así como afecciones como el dolor pélvico crónico.

El proyecto de directriz hace hincapié en la importancia de poner al paciente en el centro de su atención y de fomentar una relación de colaboración y apoyo entre el paciente y el profesional sanitario. También destaca el papel de la buena comunicación y su impacto en la experiencia de atención a las personas con dolor crónico.

El borrador de la directriz recomienda que algunos antidepresivos se puedan considerar para las personas con dolor primario crónico. Sin embargo, dice que no se deben ofrecer paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos (estos incluyen aspirina e ibuprofeno), benzodiazepinas u opioides. Esto se debe a que, si bien había poca o ninguna evidencia de que hicieran alguna diferencia en la calidad de vida, el dolor o la angustia psicológica de las personas, había evidencia de que pueden causar daño, incluida la posible adicción.

El borrador de la directriz también dice que los medicamentos antiepilépticos incluyendo gabapentinoides, anestésicos locales, ketamina, corticosteroides y antipsicóticos no deben ofrecerse a las personas para controlar el dolor primario crónico. Una vez más, esto se debió a que había poca o ninguna evidencia de que estos tratamientos funcionaron, pero podrían tener posibles daños.

La acupuntura se recomienda como una opción para algunas personas con dolor primario crónico, siempre que se entregue dentro de ciertos parámetros claramente definidos.

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