Con el
fin de examinar la relación dosis-respuesta entre la reducción del sodio
en la dieta y el cambio de la presión arterial y explorar el impacto de
la duración de la intervención, se llevó a cabo una revisión
sistemática y un metaanálisis siguiendo las pautas PRISMA. Se incluyeron
estudios aleatorizados que comparaban diferentes niveles de ingesta de
sodio entre poblaciones adultas con estimaciones de la ingesta mediante
excreción de sodio en orina de 24 horas.
Un total de 133 estudios con 12.197 participantes fueron analizados. La reducción media (sodio reducido vs sodio habitual) de sodio en orina de 24 horas, de la presión arterial sistólica (PAS) y la presión arterial diastólica (PAD) fue 130 mmol (IC 95% 115-145; p<0,001), 4,26 mmHg (3,62-4,89; p<0,001) y 2,07 mmHg (1,67-2,48; p<0,001), respectivamente. Cada reducción de 50 mmol en la excreción de sodio en 24 horas se asoció con una reducción de 1,10 mmHg (0,66-1,54; p<0,001) en la PAS y una reducción de 0,33 mmHg (0,04-0,63; p=0,03) en la PAD. Para la misma reducción en el sodio en orina de 24 horas, hubo una mayor reducción de la PAS en las personas mayores, en las poblaciones no blancas y en aquellas con niveles de PAS más altos. En los estudios de menos de 15 días de duración, cada reducción de 50 mmol en la excreción de sodio en orina de 24 horas se asoció con una caída de PAS de 1.05 mmHg (0,40-1,70; p=0,002), menos de la mitad del efecto observado en estudios de mayor duración (2,13 mmHg; 0,85-3,40; p=0,002). D
Se concluye que la magnitud de la disminución de la presión arterial lograda con la reducción de sodio mostró una relación dosis-respuesta y fue mayor para las poblaciones de mayor edad, las poblaciones no blancas y las personas con presión arterial más alta. Los estudios a corto plazo subestiman el efecto de la reducción de sodio en la presión arterial.
Un total de 133 estudios con 12.197 participantes fueron analizados. La reducción media (sodio reducido vs sodio habitual) de sodio en orina de 24 horas, de la presión arterial sistólica (PAS) y la presión arterial diastólica (PAD) fue 130 mmol (IC 95% 115-145; p<0,001), 4,26 mmHg (3,62-4,89; p<0,001) y 2,07 mmHg (1,67-2,48; p<0,001), respectivamente. Cada reducción de 50 mmol en la excreción de sodio en 24 horas se asoció con una reducción de 1,10 mmHg (0,66-1,54; p<0,001) en la PAS y una reducción de 0,33 mmHg (0,04-0,63; p=0,03) en la PAD. Para la misma reducción en el sodio en orina de 24 horas, hubo una mayor reducción de la PAS en las personas mayores, en las poblaciones no blancas y en aquellas con niveles de PAS más altos. En los estudios de menos de 15 días de duración, cada reducción de 50 mmol en la excreción de sodio en orina de 24 horas se asoció con una caída de PAS de 1.05 mmHg (0,40-1,70; p=0,002), menos de la mitad del efecto observado en estudios de mayor duración (2,13 mmHg; 0,85-3,40; p=0,002). D
Se concluye que la magnitud de la disminución de la presión arterial lograda con la reducción de sodio mostró una relación dosis-respuesta y fue mayor para las poblaciones de mayor edad, las poblaciones no blancas y las personas con presión arterial más alta. Los estudios a corto plazo subestiman el efecto de la reducción de sodio en la presión arterial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario