Fuente: http://metgedefamilia.blogspot.com.es/2018/03/guies-nord-americanes-de-hipertensio.html
Las nuevas Guías Norteamericanas sobre hipertensión arterial (HTA) prometen un amplio debate en Europa. Desaparece
el concepto de prehipertensión como tal y se considera que se padece
HTA con registros de 130 mmHg a 139 mmHg, y de 80 mmHg a 89 mmHg. Estas
guías americanas, además, establecen que en términos generales todos
los pacientes deben alcanzar unos objetivos de control de la presión
arterial menor de 130/80 mmHg para considerarse dentro del concepto de
buen tratamiento, incluyendo los pacientes de edad avanzada
y los diabéticos: los datos se basan en el ensayo clínico SPRINT y los
resultados no han sido reproducidos en ningún otro estudio, con lo cual
estamos ante unos objetivos que pueden generar mucha frustración porque
son muy difíciles de conseguir si no se utilizan 3 o 4 fármacos antihipertensivos. El
hecho de considerar que con estas cifras una persona ya es hipertensa
supondrá tener que afrontar una importante sobrecarga asistencial, ya
que esto significaría que a partir de los 65-70 años de edad más del 80%
de la población es hipertensa: obviamente se crea una situación de sobrediagnóstico de HTA. Previsiblemente las próximas Guías Europeas no estarán de acuerdo con las nuevas guías americanas.En
el último Congreso Catalán de hipertensión arterial celebrado hace unas
semanas uno de los miembros del Grupo Europeo de las Guías avanzaba,
aunque no es oficial, lo que en el próximo mes de Junio de 2018
apuntarán las guías europeas, y es que probablemente se mantendrán los límites que hasta ahora habíamos aceptado, los de 140/90. Antes
de poder etiquetar a una persona como hipertensa debería confirmarse de
manera ambulatoria, con autodeterminación domiciliaria de la presión
arterial o con monitorización ambulatoria de la PA de 24 horas. Si
se confirma la hipertensión ambulatoria, lo que expresa la guía
americana -y también la europea, la canadiense y muchas otras- es que
hay una estimación del riesgo cardiovascular global, teniendo en cuenta
la edad, el sexo, si el paciente tiene otros
factores de riesgo como diabetes, hiperlipemia, si es fumador, o si
tiene ya alguna repercusión en forma de enfermedad de órgano diana
derivada de la hipertensión. En estos casos, a pesar de la hipertensión sea clasificada como ligera, se recomienda tratamiento farmacológico. Sea como sea, en Europa seguimos utilizando el concepto que
probablemente permanecerá igual: cifras de 140/90 antes de emprender
decisiones terapéuticas.El
grupo de HTA de la CAMFiC, reitera su posicionamiento favorable a las
Guías Europeas, manteniendo el diagnóstico a ≥ 140 y / o ≥ 90, y sobre
todo, recomienda no tratar sólo las cifras de PA, si no valorar el
riesgo Cardiovascular global ante una persona hipertensa
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