La fibromialgia es un síndrome clínico común, a menudo pasado por alto, en la práctica general. Se
puede asociar con una discapacidad considerable, pero es probable que
se minimice mediante el diagnóstico precoz y la intervención.
Los pacientes con fibromialgia a menudo tienen otras enfermedades crónicas. Por lo tanto, una evaluación clínica cuidadosa y el manejo de factores agravantes pueden ser beneficiosos.
Se requiere un enfoque coordinado, centrado en el paciente y multidisciplinario para la gestión. Los pacientes necesitan educación y estrategias para el autocontrol de su condición. Las intervenciones no farmacológicas, como la fisioterapia, deben adaptarse a cada paciente.
Los
enfoques de rehabilitación activa tienen primacía en el manejo, pero
los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas. Hay
evidencia que apoya el uso de amitriptilina, duloxetina, milnacipran o
pregabalina, pero los opioides puros deben ser evitados.
https://www.nps.org.au/australian-prescriber/articles/treatment-of-fibromyalgia
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