La endocarditis infecciosa es una enfermedad potencialmente mortal con un 30% de mortalidad al año, que afecta a 3-10 por 100.000 habitantes al año -el médico general promedio verá un caso cada 20 años. La endocarditis infecciosa ocurre cuando las bacterias ingresan al torrente sanguíneo a través de la boca, intestino o piel y replicarse dentro del corazón para formar una "vegetación", que suele ser adherente a una de las válvulas (fig. 1, fig. 2). Los subgrupos específicos de pacientes tienen mayor riesgo de endocarditis infecciosa como resultado del endotelio cardíaco dañado, flujo sanguíneo anormal, material protésico intracardíaco, inmunosupresión o bacteriemia recurrente
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