jueves, 6 de julio de 2017

Diabetes práctica. Ajuste de dosis en paciente insulinizado

La secreción fisiológica de insulina tiene dos componentes: uno basal continuo y otro agudo desencadenado por la hiperglucemia (habitualmente tras la ingesta). Siguiendo el concepto anterior, las insulinas actualmente disponibles se clasifican en tres grandes grupos:
a. Insulinas basales: tratan de imitar en lo posible la secreción basal de insulina y controlan especialmente la glucemia basal (GB) y preprandial; éstas, a su vez, se dividen en insulinas de acción intermedia (NPH [Neutral Protamine Hagedorn], NPL [Neutral Protamine Lispro] y aspar protamina [ésta última sólo comercializada en mezclas]) y de acción prolongada (glargina y detemir).
b. Insulinas prandiales: tratan de imitar la secreción de insulina que se produce tras la ingesta; se dividen en insulinas rápidas (humulina regular y actrapid) y análogos ultrarrápidos (glulisina, aspar y lispro).
c. Mezclas de insulina, con una insulina de acción intermedia junto a una insulina rápida o análogo ultrarrápido, en diversas proporciones (tabla 1).

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