Objetivo
Determinar el impacto en la salud de los pacientes de la
utilización en prevención primaria de las tablas de riesgo cardiovascular.
Resultados
Se localizaron 6.877 estudios de interés, de los que 150
cumplieron los criterios de inclusión. De estos se excluyeron 144, la mayoría
(110) por problemas de calidad en el diseño. Las seis revisiones sistemáticas seleccionadas
se referían a 122 estudios primarios, de los que 16 fueron relevantes para el
análisis. Ningún estudio aportó datos sobre impacto en morbilidad
cardiovascular ni en mortalidad total. Varios estudios demostraron un impacto
clínicamente positivo sobre disminución de la presión sistólica, el nivel de
colesterol y el tabaquismo. Ningún estudio siguió estos resultados más a allá
de 12 meses. Los autores concluyeron: “there is currently no evidence reported
in these reviews that the prospective use of global cardiovascular risk
assessment translates to reductions in CVD morbidity or mortality. There are
reductions in SBP, cholesterol and
smoking but they may not be clinically significant given their small effect
size and short duration”.
Comentario
Sabemos que las tablas de riesgo no se pueden utilizar como
tablas de decisión si no hay análisis de impacto de las mismas (el impacto de
su aplicación en la salud de los pacientes) (1). Las tablas de riesgo cardiovascular
no han sido nunca estudiadas según su impacto en la salud de los pacientes,
como demuestra de nuevo esta revisión de revisiones. Por ello, lo lógico y
prudente es no calcular el riesgo cardiovascular ni tomar decisiones con dicho
riesgo (2). Sin embargo, esta actividad es cotidiana en la práctica clínica de
los médicos y enfermeras generales/de familia y de los cardiólogos. Además,
está “incentivada” en muchos casos y cuenta con apoyo informático que permite
“demostrarlo” al paciente con colores (cuanto más rojo mayor riesgo y mayor necesidad
de tomar decisiones, y medicamentos). En la práctica todo ello es como utilizar
una bola de cristal y convertirse en charlatán. Pero las guías europeas de
prevención cardiovascular siguen recomendando tal uso: literalmente (en 2017):
“Se sigue recomendando el cálculo del riesgo cardiovascular como herramienta útil
para la toma de decisiones clínicas”. Es, pues, una creencia persistente,
contra la ciencia.
Juan Gérvas
Equipo CESCA, Madrid, España.
(1) Reilly BM, Evans AT. Translating clinical research into
clinical practice. Impact of using prediction rules to make diagnosis. Ann
Intern Med. 2006;144:201-209.
(2) Gérvas J. No medirás el riesgo cardiovascular. Acta
Sanitaria 2 abril 2017 http://www.actasanitaria.com/no-mediras-el-riesgo-cardiovascular/
(3) Brotons Cuixart C, Lobos Bejarano JM. Nuevas guías
europeas de prevención cardiovascular y su adaptación española. Aten Primaria
2017;49:201-3. DOI: 10.1016/j.aprim.2017.03.002.
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