Un reciente estudio publicado en JAMA of Internal Medicine
demuestra la enorme sobreestimación de los beneficios e infraestimación
de los riesgos que tienen los médicos sobre sus propias actuaciones en
forma de tecnologías, fármacos o procedimientos como los cribados. Los
mismos autores demostraron antes que ocurre lo mismo con los pacientes.
La ciencia biomédica acaba siendo gestionada por y para
una comunidad de creyentes, convirtiéndose más en una cuestión de fe
que de ciencia. Mientras, los responsables de los misterios -la
industria, y sus apóstoles, las sociedades científicas- siguen dando
doctrina en forma de guías de práctica clínica que los fieles siguen
como si de dogmas se trataran.
Afortunadamente, cada vez hay más herejes.
Traducción de un texto de John Mandrola, “Estimating Risk/Benefit: Facts Are a Basic Requirement”, comentando el artículo “Clinicians’ Expectations of the Benefits and Harms of Treatments, Screening, and TestsA Systematic Review“
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