viernes, 5 de mayo de 2017

No gracias. Sin fe, no hay paraíso: ciencia biomédica gestionada por y para una comunidad de creyentes.

Un reciente estudio publicado en JAMA of Internal Medicine demuestra la enorme sobreestimación de los beneficios e infraestimación de los riesgos que tienen los médicos sobre sus propias actuaciones en forma de tecnologías, fármacos o procedimientos como los cribados. Los mismos autores demostraron antes que ocurre lo mismo con los pacientes.
La ciencia biomédica acaba siendo gestionada por y para una comunidad de creyentes, convirtiéndose más en una cuestión de fe que de ciencia. Mientras, los responsables de los misterios -la industria, y sus apóstoles, las sociedades científicas- siguen dando doctrina en forma de guías de práctica clínica que los fieles siguen como si de dogmas se trataran.
Afortunadamente, cada vez hay más herejes. 

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