martes, 11 de abril de 2017

Atención Primaria. Nuevas guías europeas de prevención cardiovascular y su adaptación española

El pasado mes de mayo de 2016 se publicaron las nuevas guías europeas de prevención cardiovascular1, que aparecen cada 4 años, y en las que por vez primera, en comparación con las previas, han participado en su redacción y desarrollo hasta 10 sociedades científicas europeas o internacionales (en esta edición se ha añadido la Federación Internacional de Medicina del Deporte), y una de ellas es la Sociedad Europea de Medicina General/Medicina Familiar–WONCA Europe. Desde que se publicaron las primeras guías europeas en el año 1994 hasta las actuales, la prevención cardiovascular ha evolucionado sustancialmente, pasando de unas guías muy simples y centradas en la cardiopatía isquémica hasta las actuales donde se abordan con mucho detalle la prevención cardiovascular desde una perspectiva más global, incluyendo la promoción de estilos de vida favorables (no fumar, alimentación sana y ejercicio físico regular) como base de la prevención, el control de los principales factores de riesgo (hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso-obesidad) con o sin tratamiento farmacológico, llegando a los factores psicosociales, ambientales, genéticos, técnicas diagnósticas más o menos sofisticadas (cuando estén indicadas) para la detección precoz de la enfermedad vascular subclínica, la importancia de la adherencia (y herramientas útiles para optimizarla). En cuanto al tratamiento farmacológico, se incluyen desde los tratamientos antihipertensivos, hipolipidemiantes e hipoglucemiantes (clásicos o más novedosos) hasta la complejidad, por ejemplo, de los tratamientos antitrombóticos más complejos en prevención secundaria, como la doble antiagregación tras un síndrome coronario agudo o la implantación de un stent o la anticoagulación oral en pacientes con fibrilación auricular y riesgo embólico moderado o alto. Todos estos aspectos son los que el médico de familia debe conocer y manejar adecuadamente para poder atender y realizar el seguimiento de una manera óptima a los pacientes tanto en prevención primaria como en prevención secundaria, de forma integrada en los programas y modelos de control de crónicos2, siendo el paciente cardiovascular (cardiopatía isquémica, ictus, arteriopatía periférica) el paradigma de paciente crónico y a menudo complejo, por la alta frecuencia de comorbilidades, polimedicación, edad avanzada, etc
http://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-nuevas-guias-europeas-prevencion-cardiovascular-S0212656717302196 

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