Fuente: Evid Based Med
Las guías clínicas basadas en la evidencia son una herramienta esencial para tomar decisiones en la práctica clínica y en la política sanitaria. Sin embargo, en muchos casos, hasta en un 50%  no son fiables. Esto tiene enormes consecuencias para la seguridad de los pacientes y el uso de recursos en salud. Un artículo publicado este mes en Evid Based Med,  pretende concienciar sobre los límites de las guías clínicas analizando las causas y consecuencias de los sesgos que más a menudo se producen.

Los autores señalan como factores intrínsecos que influyen en la calidad de las guías, los siguientes:

  1. Limitada y desequilibrada composición del panel de expertos, con exceso de especialistas a favor de los nuevos tratamientos e intervenciones de manera desproporcionada.
  2. Muchos paneles formados por expertos con prejuicios conocidos sobre lo que se va a evaluar.
  3. Falta de métodos de consenso adecuados.
  4. Métodos inconsistentes, opacos y demasiado simplificados para evaluar la evidencia y hacer recomendaciones claras y útiles.
  5. Incapacidad para considerar diferentes perspectivas de los pacientes como la morbilidad y cronicidad.
  6. Sesgo de publicación.
  7. Falta de actualización de la evidencia.
  8. Conflicto de intereses.
  9. Ausencia de procedimientos de revisión por pares y revisión externa por expertos independientes.