viernes, 3 de febrero de 2017

Cardioteca. La cara oculta de los betabloqueantes en el paciente anciano.

Evidencia IA, no hay duda en insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida. Antihipertensivo. Control de la respuesta ventricular en fibrilación auricular. Antianginosos, mejoran el remodelado tras el infarto de miocardio. Nadie duda de los beneficios de los betabloqueantes, aunque no es infrecuente haber vivido situaciones de hipotensión, astenia o trastornos de la conducción en muchos pacientes debido a la toma de estos fármacos.
Se ha publicado recientemente en el JAMA Internal Medicine este interesantísimo artículo que recoge algunos de los efectos secundarios más frecuentes detectados en pacientes ancianos que toman betabloqueantes. Para ello, analizaron 15720 ancianos (edad media de 83 años) que vivían institucionalizados. Se compararon los eventos clínicos y el pronóstico de aquellos que tomaban betabloqueantes frente a los que no los tomaban tras un ingreso por infarto agudo de miocardio.

Según este trabajo, los que tomaban betabloqueantes presentaron un mayor deterioro funcional, especialmente aquellos que ya presentaban deterioro funcional importante o deterioro cognitivo moderado o severo previamente (esto no se observó en aquellos que de manera basal no los presentaban o los presentaban de manera leve). La tasa de re-hospitalización fue similar en ambos grupos, siendo la mortalidad menor en los que tomaban betabloqueantes.

Por tanto, estudio muy interesante que abre el debate del uso de betabloqueantes en pacientes ancianos, que más allá de estudios metodológicamente dudosos, como el SENIORS, están claramente infrarrepresentados en los grandes ensayos clínicos. Parece claro que hay que individualizar y considerar incluso más los aspectos funcionales que la mortalidad en la población anciana.

Referencias:
  1. JAMA Intern Med. Association of β-Blockers With Functional Outcomes, Death, and Rehospitalization in Older Nursing Home Residents After Acute Myocardial Infarction.
Comentario del Dr. Alberto Esteban Fernández

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