El documento destaca que la vacunación es una de las estrategias
coste-efectivas más importantes en la prevención primaria de las
enfermedades infecciosas con que cuenta la salud pública en la
actualidad. Sin embargo, la vacunación del adulto no recibe las mismas
prioridades, cuando en muchos casos, el sistema inmune del anciano está
debilitado. Además hay que tener en cuenta las previsiones de
envejecimiento de la población. Por ello, resulta prioritario trabajar
en la correcta vacunación sistemática del adulto", resalta López Trigo.
Baja tasa de cobertura vacunal en el adulto
Las principales causas de la baja tasa de vacunación en adultos
provienen de la ausencia de vacunación o vacunación incompleta en la
infancia por la no disponibilidad de la vacuna, la ausencia de
administración de dosis periódicas de recuerdo para mantener la
protección, la confianza generada al reducirse la circulación del agente
infeccioso o la falta de educación sanitaria, entre otras.
Estas bajas tasas de vacunación del adulto pueden traer consigo
consecuencias de gran transcendencia en el ámbito de la salud pública,
pudiendo llegar a desplazar enfermedades propias de la infancia a la
edad adulta, provocando mayores complicaciones. Además, no debemos
olvidar que los adultos son una fuente de infección para colectivos sin
protección como es el caso de los lactantes, y que se pueden dar brotes
en colectivos de adultos no inmunizados o con bajas coberturas de
vacunación.
La SEGG promueve la vacunación sistemática de los calendaros de las
comunidades autónomas, frente a la gripe y neumococo, y para la correcta
protección de los adultos sanos y con enfermedades crónicas recomienda
también la vacunación contra tétanos, difteria, tosferina, varicela,
herpes zóster, meningococo C, hepatitis B y virus del papiloma humano,
con particularidades de pauta según edad y situaciones especiales (ver
Tabla).
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