martes, 18 de octubre de 2016

LA CURA DEL CÁNCER QUE FUNCIONÓ. Intereses económicos de empresas e instituciones. Curiosidades.


Pocas veces se ha dado que uno de los más grandes científicos haya sido censurado y anulado por intereses económicos de las empresas y de las instituciones.
Este es el caso de Royal Raymond Rife, el científico más brillante del siglo XX. Nacido en 1888, fue el creador de un microscopio de unas 6000 piezas y con una resolución de hasta 60000 veces y que permitía ver los virus, cuando aún no se había inventado el microscopio electrónico. Una tecnología muy avanzada para su tiempo. Pero su aportación más importante fue la construcción de un aparato que nombró “Beam Ray machine”. Una máquina que trabajaba por medio de frecuencias y que bien configurado podía curar cualquier enfermedad. Descubrió que cada microorganismo emite una onda de frecuencia vibratoria propia, como si fuese su firma. E intensificando esa misma frecuencia, con su máquina, era capaz de destruir cualquier patógeno. Explotándolo igual que un vaso de vidrio sometido a una alta frecuencia sonora. Rife llamó a esta frecuencia “tasa de oscilación mortal” o “MOR” El mismo principio se cumple con las células cancerígenas, a la vez que respeta a las células sanas que tienen otra frecuencia de vibración.
Trabajó durante años hasta que obtuvo las frecuencias correctas selectivas para curar muchas enfermedades como polio, meningitis, tétanos y cáncer.
En 1934 un comité de investigación de California confirmó la cura de 16 enfermos de cáncer terminal, sometidos a la máquina de Rife, en el laboratorio y clínica de Rife de San Diego, después de 90 días de tratamiento.
El éxito fue tal que apareció en numerosas portadas de prensa y publicaciones, le hicieron numerosas distinciones, honores y homenajes, uno de los cuales fue anunciado como “el fin para todas las enfermedades”.
A partir de ahí empezó la época más dramática para Rife y para toda la medicina. La industria farmacéutica no estaba dispuesta a perder dinero y, tras el intento frustrado de comprarle a Rife la patente de sus inventos, se producen hechos insólitos. Ocurren robos misteriosos, desapariciones de documentos, fotografías y otros componentes importantes. Un incendio destruyó su laboratorio. El silencio de los médicos, que habían sido testigos de la efectividad del tratamiento, fue comprado con sobornos. Y la Asociación de Médicos Americana (AMA) se negó a publicar cualquier artículo relacionado con Rife.
Todo ello ocasionó que varias generaciones de médicos jamás oyeran hablar de los adelantos de Rife y que la medicina se perdiera una terapia efectiva, inocua y más barata que todo el negocio farmacéutico.
El 11 de agosto de 1971 muere el Dr. Royal Rife, en California, por una sobredosis de valium suministrada en el hospital que combinada con alcohol fue una mezcla fatal. El hombre que descubrió la cura a casi todas las enfermedades murió a los 83 años, pobre y olvidado.
En 1986 la tecnología de Rife volvió a ser pública gracias a la valentía de Barry Lynes con la publicación "The Cancer Cure That Worked. Pero la Sociedad Americana del Cáncer, y sus intereses, calificó las afirmaciones de Lynes como no válidas.
Actualmente existen varias listas de frecuencias vibratorias de enfermedades, como la lista CAFL (en Hz) una de las más completas. ¿Se imaginan lo que habría pasado con el sida o el ébola de haber tenido disponible la máquina de Rife?
El nombre de Rife debe ser rehabilitado como el gigante de la ciencia médica moderna que fue. Hasta ese momento, su fabulosa tecnología permanece disponible solamente para gente que se ha interesado en buscarla.
            Artemio Rodríguez Méndez.
MF UNIDAD DE PREVENCIÓN, GERENCIA DE AP TENERIFE.
CS OFRA MIRAMAR.

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