En la práctica actual, más del 15% de los infartos se presentan con
elevación mínima o sutil del segmento ST (≤1 mm). El 68% de estos casos
asocian descenso del ST ≥0,5 mm y hasta el 91% alguna alteración
recíproca que apoya el diagnóstico de infarto.
Este artículo procede del análisis prospectivo de 480 pacientes tratados
con angioplastia primaria sistemática en un único centro durante los
años 2009 a 2011. En el año 2014, dos grupos independientes pusimos de
manifiesto que 1 de cada 5 pacientes con diagnóstico confirmado de
infarto tenían elevaciones del ST no mayores de 1 mm, y que estos
infartos “menos expresivos” no se asociaban a un mejor pronóstico, por
lo que enfatizábamos en la importancia del diagnóstico y reperfusión
precoz (Martí y cols, Am Heart J 2014; Jang y cols, Cardiology 2014).
En el presente estudio realizamos una revisión de los 75 trazados en los
que fueron evaluables las derivaciones recíprocas, con el objetivo de
identificar la prevalencia de alteraciones especulares, su morfología, y
los factores clínicos asociados.
El hallazgo principal fue que el 68% (intervalo de confianza 95% [IC
95%], 57-79%), de los pacientes presentaron alteración especular
definida como un descenso del ST mayor o igual a 0,5 mm. Esta proporción
fue mucho más elevada en infartos de localización no anterior (74%
frente a 38%). No obstante, hasta el 91% de los infartos presentó algún
tipo de alteración menor (descensos < 0.5 mV ó alteraciones de la
onda T) que permitieron apoyar el diagnóstico.
Este dato contrasta con observaciones previas en poblaciones con
pericarditis aguda o repolarización precoz en las que la presencia de
alteración especular en derivaciones como DI y aVL es anecdótica.
Es conocida la controversia sobre si las alteraciones especulares son
una mera expresión eléctrica del vector de lesión, o si además
representan isquemia asociada en otro territorio coronario. En este
sentido, como hallazgo secundario encontramos que las alteraciones
especulares mostraron una tendencia a asociar más enfermedad multivaso
(63% frente a 42%, p=0.086).
Concluimos que la detección de alteraciones especulares es una
herramienta sensible para el diagnóstico y manejo precoz de los
pacientes con infarto de miocardio y electrocardiograma poco expresivo,
particularmente en aquellos infartos de localización no anterior.
Referencias:
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