20/09/2016
En el caso de pacientes en
prevención secundaria considerados estables tras un evento coronario, la
eficacia de AAS, ramipril y atorvastatina se ha demostrado ampliamente
en ensayos clínicos y metaanálisis. Aunque las guías europeas para
pacientes con enfermedad coronaria estable recomiendan con un alto grado
de evidencia el uso de AAS, estatinas e IECA, la realidad es que en
España, la prescripción conjunta de estos 3 fármacos se da apenas al
53,3% de los pacientes.
En este sentido, la Sociedad
Española de Cardiología (SEC), la Sociedad Española de Medicina Interna
(SEMI), la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
(semFYC), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y
la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) han
colaborado para elaborar un documento de consenso
cuyo objetivo es definir, a través de la evidencia disponible en la
literatura y la opinión clínica de expertos, el impacto y el efecto del
uso de un policomprimido en la adherencia terapéutica de los pacientes
en prevención CV secundaria.
La efectividad de cualquier
estrategia terapéutica está determinada por la eficacia demostrada en
ensayos clínicos, por el uso real en una población determinada y por el
grado de adherencia del paciente a dicha terapia. La adherencia a la
medicación de los pacientes en prevención secundaria es del 45,5%. Esta
baja adherencia condiciona la eficacia del tratamiento en la reducción
de los eventos cardiovasculares.
En el ámbito de la prevención
secundaria de la ECV, y considerando que el tratamiento con los tres
fármacos del policomprimido está indicado para pacientes que han tenido
una complicación coronaria o cerebrovascular isquémica o con enfermedad
arterial periférica sintomática, los criterios que podrían determinar la
indicación preferente de este tratamiento en combinación fija se
presentan en la siguiente tabla:
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En un estudio disponible en la Revista Española de Cardiología,
se han evaluado los potenciales beneficios clínicos y el
coste-efectividad de una nueva estrategia terapéutica basada en el uso
de un policomprimido cardiovascular (AAS 100 mg, atorvastatina 20 mg y
ramipril 10 mg) frente a los mismos monocomponentes y dosis por separado
para el tratamiento de pacientes en prevención secundaria
cardiovascular desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud
español. Los resultados muestran que el tratamiento con el
policomprimido cardiovascular, basado en un incremento de la adherencia
terapéutica y, por lo tanto, en un incremento de la eficacia en el mundo
real, podría evitar 46 eventos cardiovasculares no fatales y 11 fatales
adicionales por cada 1.000 pacientes tratados frente al uso de los
monocomponentes por separado. Además, una estrategia que incluya el
policomprimido es una estrategia dominante (mayor efectividad y menor
coste que el uso de los componentes por separado).
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