lunes, 26 de septiembre de 2016

e-butlletí groc. Bloqueadores beta-adrenérgicos y mortalidad tras un infarto de miocardio

El uso precoz de un bloqueador beta-adrenérgico tras un infarto de miocardio se asocia a una reducción de la mortalidad a los 30 días en pacientes sin insuficiencia cardíaca, pero su uso continuado un año después no mejora la supervivencia a los cinco años, según los resultados de un estudio observacional (BMJ 2016;354:i4801).

En un estudio de cohortes prospectivo se siguieron casi 2.700 pacientes que habían presentado un infarto de miocardio sin insuficiencia cardíaca o disfunción ventricular. Se comparó a los pacientes no tratados con bloqueadores beta-adrenérgicos con los tratados de manera precoz (durante las 48 h del ingreso), los que los tomaban al alta y los que todavía los tomaban al cabo de un año.

La mortalidad a los 30 días entre los tratados de manera precoz con bloqueadores beta-adrenérgicos después de un infarto fue menor (2,3%) que entre los no tratados (8,6%). La mortalidad al año, en cambio, no fue estadísticamente menor entre los tratados (3,4%) en comparación con los no tratados (7,8%). El uso continuado al año no mejoró la supervivencia a los 5 años.

Según los autores, estos hallazgos sugieren que el efecto beneficioso del tratamiento con bloqueadores beta-adrenérgicos tras un infarto de miocardio en pacientes sin insuficiencia cardíaca se reduce con el tiempo, y cuestionan la utilidad de su uso continuado.

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