La evaluación clínica de las alteraciones sensitivas es bastante más difícil que la evaluación de las alteraciones motoras puesto que está más influenciada por variables subjetivas: desde cómo expresan unos y otros pacientes las alteraciones sensitivas a la dificultad para que a pesar de una exploración sistemática y rigurosa el paciente no cambie las respuestas de un momento a otro.
La presencia de otras alteraciones motoras, del lenguaje, desorientación, alteraciones del equilibrio, de esfínteres o visión doble pueden ayudar a localizar el lugar de la lesión que junto con otros detalles de la historia clínica permiten la selección de la prueba más adecuada, localizar la lesión y finalmente llegar a un diagnóstico de la causa.
La presencia de una alteración sensitiva de distribución en la cara y en la mano (queiro-oral), en la cara-mano-pie(queiro-0ro-podal) o mano y pie (queiro-podal) sin otras manifestaciones acompañantes es muy sugestiva de que la lesión se localice en el tálamo.
En la imagen que encabeza la entrada se puede observar una lesión vascular isquémica (hiperintensa en secuencias de difusión e hipointensa en el mapa ADC) que produjo en un paciente hipertenso una alteración sensitiva perioral derecha y distal de la mano derecha de inicio súbito.
El tálamo es una estructura muy importante porque a través de él pasa información relacionada con el lenguaje, la memoria, el nivel de conciencia, vías visuales e información sensitiva. Es también una estructura muy compleja que contiene más de 13 núcleos.
Una aproximación clínica para el estudio de las funciones del tálamo, su irrigación sanguínea y las posibles manifestaciones que puede ocasionar cuando se lesiona de forma aguda es dividirlo en cuatro regiones como podéis ver en la figura siguiente (anterior, posterior, medial y lateral) con sus funciones principales correspondientes:
Con la simplificación anterior en cuatro regiones y sus funciones principales se pueden clasificar los síndromes vasculares en cuatro tipos diferentes:
- Ictus del territorio polar anterior: causan alteraciones de la atención y orientación con alteración del aprendizaje y memoria. Las lesiones del lado izquierdo pueden dar lugar a afasia de expresión con reducción de la fluencia verbal y capacidad para la nominación y las lesiones derechas heminegligencia espacial.
- Ictus del territorio paramediano: causan alteraciones de la vigilia y la memoria. Producen alteración de la vigilia fluctuante y transitoria cuando es unilateral y pueden ser más severo cuando es bilateral y la amnesia puede ser intensa (anterógrada y retrógrada) y persistente como en el síndrome de Korsakoff.
- Ictus del territorio de las arterias talamogeniculadas: alteraciones sensitivas y motoras (incluyendo el síndrome talámico doloroso y la hemiparesia ataxiaa) pero raramente otros síntomas como alteraciones del lenguaje o déficits cognitivos.
- Ictus del territorio de la arteria coroidea posterior: producen alteraciones visuales y sensitivas, aunque algunas veces producen alteraciones del movimiento hipercinéticos como temblor o distonía.
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